miércoles, 21 de noviembre de 2012

"EL ORO DEL REY". ARTURO PÉREZ REVERTE

     Cuarta novela de la saga del Capitán Alatriste. El autor introduce poco a poco elementos novedosos que cada vez van haciendo a la saga algo más serio desde un punto de vista literario y, sobre todo, lingüístico. Se nota que hace méritos para ser miembro de la Academia. Su documentación es extraordinaria, como siempre. Pero a ello se le une una profusión en términos de germanías de los hablantes marginales de la época que demuestran que Pérez-Reverte no solo quiere con esta novela divertir y entretener. Aunque esta sea su intención principal.

     La novela contiene los personajes habituales: los protagonistas Alatriste e Iñigo Balboa (ya iniciado en las artes de la lucha y el combate); los antagonistas Malatesta y la bella y femme fatale Angélica de Alquézar; y los secundarios basados en personajes reales comos son Quevedo y el Conde de Guadalmedina. Alrededor de ellos toda la tropa de ángeles caídos que contextualiza la España salvaje, dura, heroica y sangrienta del siglo XVII.

    Desde luego, en la novela tiene una trascendencia especial el marco narrativo, las localizaciones en las que se mueven estos personajes arquetípicos y sencillos y de una eficacia certera como lo son las cuchilladas y los tajos de las espadas que blanden.  El barco en el que llegan a España, el mar, Sevilla ( que toma una importancia narrativa en justa relación a la importancia que, como ciudad, tenía en el mundo como Puerta de Indias, con descripciones breves pero gráficas), la cárcel de Sevilla (que tiene un capítulo aparte para ella sola), el río Guadalquivir.

     En conclusión, una novela con todas las condiciones para entretener a un público ávido de aventuras, un poco gore, es cierto, y con el habitual soniquete de Pérez-Reverte acerca de la España desagradecida, hosca y cainita, pero heroica y valiente como la que más. Pero su eficacia como lectura de ocio de calidad es indiscutible. Un saludo del Criticón Lector.

martes, 6 de noviembre de 2012

"LA MANDRÁGORA". NICOLÁS MAQUIAVELO

     Comedia  teatral del conocido pensador y teórico político  que se atiene a las estructuras  básicas y protótipicas del subgénero de la comedia de enredo. En este sentido, lo que se cuenta en la obra apenas tiene importancia, todo lo que se plantea está mil veces planteado en el teatro de la época y, posteriormente lo elevarán a sus máximas cotas los autores del Siglo de Oro español con cierta relajación de la moral  y las costumbres aceptadas por  causas genéricas. Así  el  leit motiv que planea toda la obra es el engaño. Toda una galería de tipos diversos se ponen de acuerdo para que el enamorado ( si así  podemos  catalogarlo, pues  su único  deseo es gozar sexualmente de la esposa)  pase una noche con la mujer de un burgués simplón y bobo.

     Destaca en la obra la sutil arquitectura dramática del progresivo enredo en el que inevitablemente caerá el marido cornudo, algunos diálogos  que lindan con un humor absurdo y los habituales  dobles sentidos, juegos de palabras y alusiones al sexo.

     En sentido contrario, la obra peca de excesivo maniqueísmo en la presentación de los personajes, que son muy planos, algo lógico dada la intención meramente de entretenimiento de la obra.

      En cuanto al contenido de esta  pieza teatral destaca el muestrario de iniquidades, así vemos como  el provecho  carnal es el fin último  del personaje principal, Callimaco. Ligurio solo ayuda a este por beneficio privado y por  una malsana índole personal. El fraile es el peor visto pues solo está interesado en el beneficio  económico, el anticlericalismo de la obra es palmario. La  madre por una especie de goce subsidiario. Resulta difícil discernir qué hay de adaptación a los  moldes establecidos por  el  género, con sus pautas  y registros propios y qué hay  de ideología propia de Maquiavelo. Desde  luego, casa muy  bien con su famoso tratado  político "El  Príncipe" el logro  de los objetivos por  todos los medios y sean estos cuales  fueren, morales  o no. Pero,  si en esta segunda obra vemos al tratadista serio y riguroso, al autor  humanista que categoriza y postula principios político-filosóficos  que todavía se estudian  en las universidades  del  mundo, en "La Mandrágora" juega con estas ideas y no se percibe la seriedad de  la que hablamos.

martes, 23 de octubre de 2012

"LAS LANZAS COLORADAS". ARTURO USLAR-PIETRI

   Esta novela del escritor y comunicador venezolano Arturo Uslar-Pietri tuvo un gran éxito al publicarse y dio relevancia cultural a lo que ya venía siendo el incipiente boom de la narrativa hispanoamericana. Ya el título es significativo, pues será la guerra la gran protagonista de la novela, que será su marco narrativo y resonará, palpitante, a lo largo de las encendidas páginas de la misma.

     El autor, con un indudable aliento lírico en su prosa, que nos trae reminiscencias modernistas, sobre todo en sus descripciones, y una polifonía muy bien trabajada con una mezcla de oralidad y lirismo, nos recrea en la novela una guerra de ideales y de sangre absurdamente vertida, de esclavos y señores, de derrotas y más derrotas, de barbarie. El hilo argumental se centra en dos figuras antagónicas, el brutal y primitivo Presentación Campos que se presenta al lector como "una proa de un barco, mulato,del que todos a su paso se apartaban". Con alma de amo, pero capataz al servicio de la otra figura relevante de la novela: Don Fernando. Es este la antítesis de Presentación, débil, irresoluto, de estirpe de borrachos y hombres brutales, de infancia solitaria y amargada, de espíritu vacilante y utópico. Muestra de la forma de ser de Don Fernando podría ser esta cita:

"El pensamiento era como una tentación. Como una provocación a someter la vida a un principio, a una ordenación, a una regla. Al fin, habría de decidirse, y decidirse era prescindir de otras muchas cosas igualmente posibles y deseables. Escoger era renunciar. Más valía estarse echado en tierra sin pensar en nada."
       Palabras ciertamente premonitorias en los primeros capítulos sobre su final. Alrededor de ambos vemos una novela coral, que muestra las crueldades de la guerra. Vemos al idealista Bernardo y al romántico inglés David, a los que la guerra cercena sin gloria sus grandes sueños. Vemos a los esclavos en su repugnante estado,  a los líderes de cada bando de manera tangencial, a las mujeres que sufren de manera bestial los rigores de la barbarie, como Dª Inés, hermana de Don Fernando, y La Carvajala.

     El clímax de la novela lo vemos en la rebelión de Presentación Campos frente a su amo, rebelión atroz en la que éste se lanza violentamente a la guerra, sin ideales, solo por el afán natural de su propia fuerza interior, porque como él mismo se define es un macho, decidiendo en el último momento a qué bando unirse:

"...No era un hombre. Era una energía desatada y destructora".
    
     Si Presentación medra en su contexto gracias a sus hazañas bélicas y su sentido salvaje y primario de la vida, Don Fernando salva la vida gracias a su miedo en capítulos paralelos. Pero la guerra, insaciable, pone a cada uno en su sitio.

     Termino mi crítica con unas palabras de reflexión de Don Fernando, hombre que no está hecho para la guerra, y que transmiten un profundo mensaje antibélico:

"Se daba perfecta cuenta de la cobardía suya al huir ante Boves; pero la vida le resultaba un argumento tan convincente, tan poderoso, que cualquier razón que la apoyara le parecía suficiente y buena".
 
 
Un saludo del Criticón Lector.
 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

AGOSTINO. ALBERTO MORAVIA

     Obra de lenguaje desgarrado y contada con un estilo directo y poco dado al artificio y el requiebro formal. En este sentido, recuerda al neorrealismo cinematográfico que por los años cuarenta dominaba en Italia. La historia cuenta la peripecia estival de un joven de buena familia (Agostino) que convive con su madre en una casa de playa. De una situación armónica en la que la relación con su madre se caracteriza por el orgullo y la admiración se pasa a una relación morbosa de complejo de Edipo, motivada por el brutal despertar sexual del inocente Agostino al relacionarse con los jóvenes oriundos del pueblo, hijos de pescadores y bestiales en sus formas. Su atracción por este submundo transformará a Agostino en alguien diferente para consigo mismo y en la visión que tiene de su madre. En adelante, su madre es una mujer con todas las connotaciones sexuales que ello conlleva.

     La descripción de los tipos sociales bajos es demoledora y descarnada, sus cuerpos contrahechos son el recipiente y símbolos de sus miserias morales. Su salvaje trato entre ellos repugna y, a la vez, atrae a Agostino, que se encuentra en el abismo de reconocer un mundo nuevo brutal y lujurioso. En el centro del grupo y como irradiando un poder oculto se encuentra un adulto: "El Saro". Su depravado comportamiento es una muestra más de la dura visión de las clases sociales bajas en Moravia.

     A mi juicio, lo más destacado de esta novelita corta es la sutil manifestación in crescendo de los sentimientos del joven Agostino. La confluencia de los mismos, sus contradicciones y su debilidad:

"De buena gana se hubiera escondido detrás de aquellas cañas, aunque solo fuera para escapar de las miradas del Saro, agachado e inmóvil, en todo semejante a un enorme batracio habitante del cañaveral, que dirigía hacia él sus ojos entrecerrados. Sólo que, como de costumbre, su repugnancia no superaba la turbia atracción que lo ataba a la cuadrilla; y mezcladas ambas indisolublemente, no podía cuánto placer se escondía en realidad en el fondo de aquella repulsión".
 
La brutal comprensión del mundo circundante hace que Agostino entre de lleno en un mundo de miserias y dificultades, pero su curiosidad de adolescente le lleva por el mal camino como se ejemplifica con su aventura final infructuosa y patética. Un saludo del Criticón lector.

martes, 11 de septiembre de 2012

LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA. STIEG LARSSON

     Segundo libro de la  exitosa trilogía de "Millenium". Poco más se puede decir de una obra tan leída y comentada internacionalmente. Suelo leer obras de éxito cuando el boom de su lectura se ha acabado para así hacerlo con algo de perspectiva. Si ya el primero me pareció una extraordinaria obra, con algunas lagunas en cuanto a la fluidez narrativa, esta segunda rompe con las digresiones que aturdían y retardaban a la primera, con lo que su poder de seducción es aún mayor. La historia, no obstante, es poco creíble, con personajes que parecen construidos con la idea de ser llevados al cine. Por cierto, magnífica la película de David Fincher protagonizada por Daniel Craig que se relaciona con el primero de los libros de la saga. En este sentido, cuesta creerse a personajes como Lisbeth Salander. Pero dicho esto, lo cierto es que los personajes son de una atractivo tremendo sobre todo Lisbeth con sus genialidades y problemas personales y sociales, también Blomkvist con su honestidad obstinada e irreverente y, por supuesto, los malos tan estereotipados. La historia mantiene el misterio constantemente y como buen best sellers pide al lector avidez de lectura. Uno se lo pasa bien leyendo Millenium. Mejor halago no se le puede dar al libro.

     Está claro que Stieg Larsson no tiene la profundidad de Mankell, ni sus personaje la redondez de un Wallander, pero de lo que no hay duda es que en el arte de entretener y mantener al lector deseoso de volver a la lectura del libro no hay quien gane a S. Larsson.

     Un saludo de El Criticón Lector. El siguiente será un clásico de la literatura italiana que no he leído: Moravia.

jueves, 30 de agosto de 2012

"SELECCIÓN DE CUENTOS". CORTÁZAR

"Casa tomada"
     Dos hermanos viven en una casa antigua, profunda y silenciosa. Felices en sus rutinas (aunque la ambigüedad en este sentido es grande), de pronto, notan que la casa ha sido tomada, no sabemos como lectores por qué o quiénes. Las presencias invasoras van tomando la casa por partes hasta expulsar de su paraíso edénico a esta extraña pareja. Cuento de indiscutible lectura simbólica en el plano político. Lo realmente descorazonador es la pasividad con la que los dos hermanos aceptan la fuerza invasora, su falta de resistencia. La relación entre los hermanos deviene inconscientemente para el lector en lo incestuoso, al  menos en el plano espiritual. Por supuesto, la naturalidad ante lo inaudito se relaciona con  la corriente hispano americana del realismo mágico, forma ya empleada anteriormente por autores como Kafka o, más atrás, el traducido por el mismo Cortázar, E. A. Poe.

"Carta a una señorita de París"
     Cuento en forma de confesión a una narrataria llamada  Andrée. Vuelve a aparecer lo extraordinario en la normalidad, en este caso el protagonista vomita conejitos. La prosa de Cortázar se sublima en este cuento con esa oralidad a la que tanto recurre y hace que el relato discurra como si fuese contado.  Ejemplo de ello puede ser esta cita de gran belleza:
"Cuando siento que voy a vomitar un conejito me pongo dos dedos en la boca como una pinza abierta, y espero a sentir en la garganta la pelusa tibia que sube como una efervescencia de sal de frutas. Todo es veloz e higiénico, transcurre en un brevísimo instante".
      Así, el vomitador de conejitos ante su pequeña  criatura se ve incapaz de acabar con ella, pues los ve como parte de sí mismo. Pero sus criaturas crecen y su secreto y el trabajo que ello le supone hace insufrible su vida.  Siendo el  Dios de las criaturas, estas se apoderan de su vida. Posible simbolismo teológico o literario, recordemos a Unamuno y a Pirandello.

"Bestiario"
     De  los tres cuentos que  hemos comentado en la tertulia este nos ha parecido el más flojo. Las bestias, los animales, aparecen como contexto en un cuento en el que de una idílica sensación estival vamos pasando a comprobar, bajo la aparentemente inocente mirada de una adolescente de clase alta, los problemas de la familia de acogida. Un tigre merodea por la finca dejando espacios prohibidos a los habitantes. Lo que nos parece más flojo de este cuento es la cantidad  de información que, a nuestro juicio, es sobrante o no necesaria. El  proceso en el que nos vamos dando cuenta de los problemas es muy lento. Y hasta el clímax final, sorpresivo, no nos sorprende el relato.

jueves, 23 de agosto de 2012

SELECCIÓN DE CUENTOS DE LEOPOLDO ALAS, "CLARÍN"

"¡Adiós, Cordera!"
     Cuento de encendido lirismo y extraordinario uso de la lengua, con abundantes dialectalismos asturianos, que demuestran el amor de "Clarín" por  su tierra. El  relato  muestra de forma dramática y tono  sentimental mediante fuertes contrastes la injusticia que se produce contra los desheredados, los  pobres de los campos. Las oposiciones se centran en la vida rural frente a la vida urbana (lejana y avasalladora), lo foráneo frente a lo de la tierra,  el progreso, simbolizado en el ferrocarril, frente a la naturaleza.

     "Cordera" es  la vaca que permite la subsistencia de una familia  huérfana de madre, y el narrador, apelando a la simbología religiosa del cordero de dios que se sacrifica, nos enseña cómo la familia se ve desposeída de sus miembros, primero de la vaca y luego, en poético paralelismo que nos descubre la verdadera esencia del cuento, de Pinín, uno de los gemelos protagonistas que tiene que ir a la guerra, como antes al matadero la "Cordera", que alimenta, trozo de carne, la avaricia ajena y externa.

"La Ronca"
     Cuento que trata de la cuestión  estética en las figuras de una humilde actriz de reparto y su adorado crítico teatral. La decisión de este de optar por la fría sinceridad crítica y al dios del arte puro conlleva el sacrificio de la relación entre ambos y, principalmente, la de "la Ronca". Cuento que explica de manera narrativa el concepto que tenía el autor sobre la crítica literaria a la que tanto se dedicó. El crítico no debe casarse con nadie salvo con el ideal estético.

"La conversión de Chiripa"
     Con una mirada tierna y llena de sentido del humor, el narrador nos ofrece la imagen de un humilde paria social, ignorante de todo, salvo de que toda persona, sea como sea, necesita de afecto y sentirse parte de un grupo. En este sentido, la aparición de la teoría de la alternancia del propio Chiripa es todo un descubrimiento por su hondura filosófica. Alternancia es en el pobre idioma de Chiripa (a veces las palabras son como globos de aire, que tras un fino tejido esconde una profundidad de significados que hace que la palabra vuele) convivencia y respeto, "la entrada libre a todas partes". Necesaria lectura.

"El dúo de la tos"
     Y  llegamos a lo que, a mi parecer, puede ser una de las cumbres del cuento español. ¡Qué artilugio de perfección técnica y hondura expresiva! Cuento de un lirismo sobrecogedor, de una angustiosa ternura, que muestra la relación, sí,  la relación, entre un hombre y una mujer tísicos que escuchan sus respectivas toses desde habitaciones diferentes en un hotelucho, que es casi un cementerio. La soledad y la incomunicación de la que parten pasa a convertirse en un nudo de comunicación erótico de sublime sensibilidad. Obra maestra  por su carga emocional, su trágica simbología, la tos como reloj de la  muerte; la relación de las estrellas, la relación de las toses como las almas del purgatorio...
    El cuento, además, tiene una concepción de la mujer, como en otros muchos de "Clarín", claramente favorecedor frente al hombre. Aquella es más desprendida y sacrificada, más pura que este, que peca de cierto egoísmo en su necesidad  de afecto.

"Dos sabios"
     "Clarín" satiriza en clave de sainete el carácter irritable y misántropo de dos sabios que mantienen una relación de competencia en un balneario. Se caricaturiza a los personajes y está cargado de humor.

"El entierro de la sardina"
     Cuento simbólico en el que triunfa el egoísmo frente al amor, el hastío frente a la tristeza. Volvemos a ver una figura femenina vista desde un prisma mucho más positivo. Cuento en el que se ofrece una muestra del tiempo cargada de connotaciones negativas y dolorosas.

     Un saludo de el Criticón lector. Lo  próximo tres  cuentos que hemos leído y comentado en la tertulia  José Antonio Guerrero.

viernes, 3 de agosto de 2012

EL TIEMPO ENTRE COSTURAS. MARÍA DUEÑAS

     Se trata de una novela superventas de una autora hasta ahora desconocida. La historia tiene muchos clichés y abusa de lo sentimental. Observamos algo sorprendidos el devenir vital de esta costurera sencilla que acaba convirtiéndose en una espía al servicio de su majestad británica. El relato cuenta con todos los ingredientes para el éxito de ventas, prosa sencilla, algo folletinesca, sobre todo en la muestra de los sentimientos de la protagonista; traiciones amorosas que producen gran sufrimiento, amores irrealizables hasta el final; mujer que se hace a sí misma, triunfando en un mundo difícil; espionaje internacional; exotismo marroquí con su pátina de nostalgia del protectorado  perdido, mezcla de personajes reales (Franco, Serrano Suñer, Beigbeder...) con imaginarios. Pero el conjunto de la novela solo deja la sensación de  una lectura llena de tópicos literarios y prosa demasiado dirigida a lectoras ávidas de aventuras por la abundancia de lugares comunes. Como muestra del estilo rosa del  libro colacamos esta cita:
"...Apenas mencionaba lo que antes le enloquecía y nunca se cansaba de nombrar: el lustre de mi piel,  mis  caderas de diosa, la seda de mi pelo. Apenas dedicaba piropos a la gracia de mi risa, a la frescura de mi juventud. Casi nunca se reía ya con lo que antes llamaba mi bendita inocencia, y yo notaba cómo cada vez generaba en él menos interés, menos complicidad, menos ternura."
     En su haber, podemos destacar el estudio de la época y del ambiente del Protectorado de Marruecos, muy creíble y se nota muy documentado. No en vano, la autora procede del campo universitario e investigador, como al final se encarga de recordarnos.

jueves, 12 de julio de 2012

"CUATRO CORAZONES CON FRENO Y MARCHA ATRÁS". ENRIQUE JARDIEL PONCELA

     Este clásico del teatro de humor español es de una modernidad que asusta. No solo el tema: la búsqueda de la eterna juventud a través de la ciencia, la inmortalidad. Principalmente es el lenguaje y la sutil ironía con que los personajes de contestan unos a otros. El autor parodia los conceptos de amor eterno, del tesoro de la juventud, de la familia y demás verdades inoculadas en el imaginario colectivo.

     Los mismos personajes en momentos, circunstancias y lugares diferentes se comportan de modo absolutamente distinto, afianzando la idea de que el tiempo todo lo puede y resulta inútil luchar contra él, aunque se inventen armas para detenerlo.

     A destacar, la presencia de los americanos en el segundo acto, su inclusión es hilarante y cómo no lo que pretenden es money, money, money.

     El siguiente una lectura de éxito y típicamente veraniega, "El tiempo entre costuras".

"SÁBADO". IAN MCEWAN

     "Sábado" es una novela compleja, que ocupa la vida de Henry Perowne , un experto neurocirujano, a lo largo de un solo día. La acción del libro, como podemos imaginar, es escasa. Se van desgranando las actividades más o menos rutinarias del médico hasta que en un momento dado ocurre algo inesperado, que zarandea la existencia de nuestro protagonista y su familia, una familia feliz y conservadora inglesa.

     La complejidad de la novela con la que inicio mi reseña se debe al estilo con el que está escrito, con traducción de Jaime Zulaika, un estilo con un periodo sintáctico largo y  una meticulosidad en la descripción de los detalles bastante cansina, pues el autor se ha documentado con esmero sobre operaciones de neurocirojía y apabulla con primorosa delectación al lector con operaciones repletas de tecnicismos a cráneo abierto. El grueso de la novela son sus reflexiones y sus recuerdos al hilo de la actualidad cercana, una actualidad que está marcada por las referencias a la guerra de Irak, a las mentiras de los gobiernos occidentales, al miedo a la pérdida instantánea de todo por los ataques terroristas. Así, el narrador configura una historia en la que los recuerdos privados del personaje principal se alternan con la secuencia de los acontecimientos públicos que ocurrieron en  Londres en un sábado 15 de febrero de 2003.

     En los recuerdos y en sus rutinas se nos muestra la galería de personajes que rodean al principal: su mujer, con la que mantiene una  relación estable y de la que está enamorado; sus hijos, con su halo intelectual y burgués, uno es músico de blues ( otra forma de mostrar el autor un punto de exceso de conocimiento)  y la otra poetisa; su madre senil; su suegro, poeta reconocido y alcohólico. Y junto a ellos los hilos que los unen y el devenir del tiempo que está presente como un soplo invisible en cada uno de esos hilos. El recuerdo como soporte del tiempo. El recuerdo y la reflexión uncidos en el mismo yugo  de la materia narrativa.

     La reflexión no escamotea las polémicas del momento, la conciencia del personaje alude a los miedos de un occidental post 11-S sin tapujos, muestra sus prejuicios, sus ideas conservadoras, en ese sentido no se esconde la ideología conservadora, sin estridencias ni concepciones radicales, dentro del buen juicio que se le supone a un neurocirujano culto y respetuoso.

     De la novela destaco, además, dos aspectos que se tocan tangencialmente, pero que considero imprescindibles por que dan una idea de cómo núcleos temáticos secundarios son los que conforman el corpus ideológico y axiológico de una obra. Me refiero al gusto sibarita por mostrarnos un cosmos musical elitista y sugerente( por cierto, algunos pasajes relacionados con la música son lo más logrado del libro, evocadores y envolventes) y a la muestra de un mundo dominado por la adicción al trabajo, al estímulo que produce el trabajo bien hecho, la dedicación plena y segura a una profesión magnífica. En conjunto, nos muestran los valores y las ideas de un liberalismo liviano y poco agresivo.

    Por último, y sin realizar  spoiler tan temidos por los lectores, deja un grato sabor el matizado humanismo compasivo que plasma el desenlace de la novela. Un saludo de el Criticón lector.

    

    

viernes, 1 de junio de 2012

"EL PRISIONERO DEL CIELO". CARLOS RUIZ ZAFÓN

     La obra de Ruiz Zafón es el estandarte del fenómeno best sellers. Libros ideados para vender lo máximo posible con tramas al gusto de un lector habituado al cine y lo audiovisual. En esta obra vuelve a los personajes de "La sombra del viento" y conserva el humor algo delirante e hiperbólico de esta. Si "La sombra del viento" fue un homenaje válido y entretenido a las novelas góticas y folletinescas del XIX y "El juego del ángel" un mamotreto pesado y soporífero que no te llevaba a ningún lado, esta obra se acerca por momentos a la primera, sobre todo por el humor verbenero de Fermín Romero de Torres y sus insólitas respuestas para todo. Por lo demás, la historia trata un misterio que habrá que resolver y juega con los demonios ocultos del protagonista de la obra a la que debe su actual fortuna el autor, el joven librero Sempere, en la que muy a menudo sobran palabras, frases y párrafos.

     Lo que ocurre es que Ruiz Zafón no es un autor muy dado a la simplicidad expresiva. Le gusta enmarcar sus capítulos en un ambiente crepuscular, de descripciones muy literarias, pero, creemos sin  la pericia de los autores a los cuales a veces homenajea. Por otro lado, Carlos Ruiz Zafón debe estar bastante harto a las críticas a su estilo henchido y farándulero haciéndonoslo ver en el personaje de Daniel Martín (autor entretenido, del gusto del público y represaliado) frente al malo de este libro, jerifalte del primer regimen franquista y, por tanto, abominable represor que, cómo no, tiene veleidades artísticas.

     El libro nos resuelve algunas claves de los libros anteriores y termina con un misterio sin acabar que será el próximo fenómeno de ventas de su editorial. En fin, se trata al lector como mero consumidor de burguer libros, creados en serie. Es una pena porque su primer libro sí respetaba al lector, incluso los excesos de la prosa del autor eran justificables, pues el género lo pedía. Tuvo grandes logros, como la invención del cementerio de los libros olvidados y la muestra de esa Barcelona espectral, que el lector de sus obras busca  en sus secuelas de manera infructuosa, pues solo ve una caricatura de ella.

     En fin, al menos está Fermín Romero de Torres, que con su peculiar facha y palabrería nos hace pasar un buen rato y, al contrario que en la infausta "El juego del angel" la trama avanza algo y tiene algo de interés, aunque por momentos peca de incoherencia. Saludos del Criticón Lector. La próxima probablemente será "Sábado" de Ian McEwan. 

    

domingo, 20 de mayo de 2012

"LOS PLACERES PROHIBIDOS". LUIS CERNUDA

     Normalmente, leo poemas sueltos y no poemarios, pero me vino a las manos un librito de Luis Cernuda, uno de mis poetas de cabecera, y no pude resistir leerlo con la atención que el poeta que me ha dado tan extraordinarios momentos se merecía."Los Placeres Prohibidos" es dentro de su obra "La Realidad y el Deseo" uno de los más conocidos. Encontramos aquí algunos de sus poemas más conocidos como No decía palabras o Si el hombre pudiera decir o el aún más famoso Te quiero.

     Cernuda en esta obra es más cernudiano que nunca. Me explico. En este poemario el poeta muestra todo el conjunto de cualidades y atributos que desde escolares nos han enseñado de él. Su cercanía con el surrealismo, ese surrealismo de baja intensidad, que nos colma los poemas con imágenes oníricas y visionarias, a las que guía un sentido no especialmente complejo de vislumbrar. Se nos ofrece Cernuda también embriagado de hiperestesia, anegado de ese exceso de sensibilidad que siempre ha sido una de las características que más ha atraído del poeta. Y, por supuesto, la sensualidad vista desde un prisma de lo prohibido, como el mismo título indica. Una sensualidad repleta de  esbeltos adolescentes y cuerpos juveniles que en el imaginario del poeta son la imagen principal de la Belleza. Pero, sobre todas las cosas se muestra al gran poeta del amor maldito e imposible, al gran poeta del amor henchido de deseo frustrado como muestran estos trágicos versos:

     "...Tú nada sabes de ello,
      Tú estás allá, cruel como el día,
      El día, esa luz que abraza estrechamente un triste muro,
      Un muro, ¿no comprendes?,
      Un muro frente al cual estoy solo".

     Es este conjunto de poemas además en el que el poeta proyecta su rebeldía ante las convenciones morales de la época que cercenan su ansia de posesión de la belleza y le impiden su plena satisfacción y es aquí donde entra a escena otra de los consabidos tópicos sobre la obra y la vida de Cernuda, la influencia que tuvo su homosexualidad en su obra, pues es aquí  donde con más claridad nos la muestra. Pero siempre me pareció injusto que de Cernuda lo primero que se estudiara fuera su condición sexual, desde la primera vez que lo leí en mis años juveniles, porque su maestría, su exquisita sensibilidad, su hondura lírica y  su vagaje literario con un crecimiento sostenido a lo largo de toda su vida convierten a este poeta en cima de toda nuestra literatura y si no me creen abran un libro suyo y vean. Recomiendo a los jóvenes: No decía palabras,  Si el hombre pudiera decir y Te quiero. Para los que son un poquito maduros Veía sentado. Un saludo y la próxima entrada la reservo para uno de los autores más leídos del mundo hispanoparlante, Carlos Ruiz Zafón. El Criticón Lector.


lunes, 7 de mayo de 2012

"EL JUGADOR". F. DOSTOIEVSKI

     Dostoievski es uno de los grandes, eso es por todos conocido. Esta obra es una prueba clara de ello. El autor ruso consigue diseccionar el alma de un jugador y lo hace enseñándonos el proceso de transformación psicológica, como hacen los buenos autores realistas. El juego y su adicción se van convirtiendo en la fuerza de la novela como si estuviéramos ante una metástasis que todo lo va devorando, principalmente el alma y la voluntad de las pobres marionetas en que se van convirtiendo los personajes, fundamentalmente Alexei, el personaje principal que cuenta la historia en primera persona, logrando con ello que el lector conozca de primera mano el poder destructivo de la ludopatía.


     Parece ser que Dostoivski conocía por propia experiencia el vicio del juego y su poder devastador sobre las voluntades, de hecho perdió su fortuna en Centroeuropa, como el protagonista de  la novela. Lo cierto es que vemos el proceso de degradación del personaje (y a todos los que lo rodean) con cierto sentimiento de comprensión porque lo que el autor consigue es dotar de humanidad al mismo. Vemos a un hombre dominado por las pasiones, primero por el afán de conquista a una mujer en apariencia inaccesible para un pobre tutor, por la diferencia económica y social entre ambos. Aquí vemos esa constante en la obra de Dostoievski, el desprecio por un sistema que endiosa el dinero, como vemos en estas citas.

"¿Por qué necesito dinero, pregunta usted? ¿Cómo que por qué? El dinero es todo" .
"Claro que hay un motivo- dije -, pero temo no saber cómo explicarlo. Sólo que con el dinero seré para usted otro hombre, y no un esclavo".
     Con el paso de los capítulos el joven protagonista va perdiendo su voluntad en favor del juego pretiriendo a la bella Polina hasta llegar a mostrarnos esas páginas finales en las que se muestra la agitación interior de un personaje que lucha con todas sus fuerzas para salir del hoyo y trata de autoconvencerse de que es posible, pero el lector, con la mirada compasiva que Dostoievski nos ha hecho tener, sabe que está atrapado en la maraña de los números de la ruleta.

"...¿Qué soy yo ahora? Un cero a la izquierda. ¿Qué puedo ser mañana? Mañana puedo resucitar de entre los muertos. Y empeza a vivir de nuevo. Aún puedo, mientras viva, rescatar al hombre que va dentro de mí"
     Vemos así cómo el dinero hace la hombría y el protagonista se puede contar de nuevo entre los hombres dependiendo del signo que el azar distribuya. Pero Alexei es plenamente consciente de este hundimiento en las aguas estancadas del juego:

" Vivo, ni que decir tiene, en perpetua zozobra; juego cantidades muy pequeñas y estoy a la espera de algo, hago cálculos, paso días enteros junto a la mesa de juego observándolo, hasta lo veo en sueños; y de todo est deduzco que voy como insensibilizándome, como hundiéndome..."
     Otro de los aspectos a tener en cuenta de la novela es el relacionado con el estudio de las idiosincracias nacionales con un especial énfasis en el análisis de la forma de ser y actuar rusa y la crítica, casi podríamos decir feroz, a la francesa.

     En definitiva, Dostoievski como la crítica especializada propone con insistencia es un gran pintor de almas, y esta obra destaca en este sentido, almas casi siempre atormentadas y torturadas por fuerzas que les sobrepasan y que componen personajes de gran calado trágico. Una pequeña obra maestra. Saludos del Criticón lector.


lunes, 9 de abril de 2012

EL SONÁBULO DE VERDÚN. EVA DÍAZ PÉREZ

     En "El sonámbulo de Verdún" Eva Díaz Pérez recrea la Europa de la 1ª Guerra Mundial, la primera guerra moderna, una guerra en la que los rostros están difuminados por los gases y el estruendo de los obuses y en la que la autora quiere poner cara a los protagonistas anónimos de la misma. La novela se centra en varios personajes que están unidos por hilos invisibles que, en algunos casos, se intuyen desdel el principio aunque pretendan ser la sorpresa final.

     Destaca la voluntad de estilo con un interés por parte del narrador por mostrarnos las costuras de la narración con afirmaciones explícitas sobre los diferentes elementos de la misma: el deliberado juego con el tiempo de la trama, la presencia del narrador que se automenciona como personaje del juego narrativo ("...Un narrador que pasea con ironía por las estancias del pasado y que con sus criaturas-marionetas cuenta una historia que dura el tiempo en que una bala de un fusil y llega a su destino"), el salto por las ciudades protagonistas de esta Europa en guerra, a la manera que lo hace el protagonista checo de la novela, Smoljak: Praga, Viena, Berlín, París. Que el narrador explique tanto estos juegos al criticón lector a veces le parece un acierto, cuando se observa en ellos un deliberado juego narrativo, y otras un error, cuando parece que no se fía del lector a la hora de comprender ese mismo juego.

     Se trata de una novela mezcla de ambientación y de personajes, pues a todos los une la guerra y pasan su particular via crucis, en el que hay guiños para los lectores avezados de grandes autores del siglo XX centroeuropeos, incluso aparecen tangencialmente Elías Canetti y Franz Kafka. En cuanto a los personajes no solo les unen ciertas relaciones vitales que la novela va desvelando y que son el fundamento argumental de la novela, sino que les une una inclinación a la fabulación. Esta es una de las claves para entender la novela, pues la fabulación y la memoria, a veces incluso ajena, se convierten así en una defensa, como tantas veces, ante el paisaje desolador que deja la guerra. Se representa así lo que se olvidó, lo que pudo haber sido. Quizá el poder más destructivo lo vemos en esa capacidad que tiene incluso de callar :
"El mismo día que cayó la Pummerin, Klaus Werger desapareció o quizás decidió borrarse, convertirse definitivamente en una abstracción del silencio más atroz "

     En definitiva, una novela  en la que la historia se puede resumir en unas pocas líneas con un trasfondo argumetal algo simple, pero que está solventada con un lenguaje redondo, con un buen manejo de las formas. Pero principalmente el interés de la novela se cifra en esa indefinible sensación que nos causa el hecho de que quien escribe ha vivido la historia, la ha saboreado, se ha documentado y ha disfrutado escribiéndola, y de ello puede hacerse partícipe el lector porque por momentos uno respira sobre el barrio judío de Praga, camina por Viena y siente el cielo de Berlín. Y todo en el tiempo que dura una bala en ir directamente al cerebro tibio y  gelatinoso de un soldado. Para muestra de ello propongo el siguiente enlace: http://elsonambulodeverdun.blogspot.com.es/ blog creado por la autora para los lectores participativos y curiosos. Saludos del criticón lector.

domingo, 18 de marzo de 2012

EL SOL DE BREDA. ARTURO PÉREZ-REVERTE

     La tercera parte de la saga del Capitán Alatriste sigue siendo, como el resto de sus antecesoras "El capitán Alatriste" y "Limpieza de sangre" una novela de lectura fácil y entretenida, sin grandes alardes, pero con una voluntad de estilo más patente, quizá por el hecho de que Iñigo, el joven narrador testigo, se va haciendo mayor y los recuerdos de este deben ir en  consonancia a la forma de narrarlos.

     La novela tiene una temática bastante diferente a las anteriores por su perspectiva e intención. En cuanto a la perspectiva, Iñigo, ya joven mochilero de la temida infantería española, es un adolescente que empieza a tener una voz propia, que empieza a juzgar al capitán sin la dosis de admiración que se entreveía en las novelas anteriores, aunque todavía presente y mucho. Pero lo que de verdad evidencia un giro a las novelas que la preceden es la intención y la voluntad totalizadora de esta obra. Aquí ya no se trata de contar unas aventurillas entre el capitán, sus amigos y sus archienemigos malos malísimos, sino que se pretende mostrar la vida en las trincheras, la vida del soldado, verdadero héroe invisible de toda guerra. Se nos enseña el mapa de la vida y su delicada frontera, la muerte, en tiempos de guerra, con esa dosis de heroísmo fatalista y resignado que le gusta dar a Pérez-Reverte a sus personajes. Por tanto, si las otras novelas eran novelas de acción, de aventuras para entretener, esta tiene una voluntad más solemne y abarcadora y un estilo más cuajado y trabajado, sin los excesos que impidan reconocerla como una obra de fácil lectura, como al principio reconocí.

     La novela adolece, a mi juicio, de excesivo fervor patriótico, a la manera de esas novelas románticas en las que la fiel infatería, dura como el acero era el látigo de Europa. Pero es un fervor muy a la manera de Pérez-Reverte, con un gusto por lo antiheroíco, por el deseo de mostrar lo que de contradictorio y soberbio tenían los sufridos personajes de la novela.  Pérez-Reverte mitifica a la soldadesca, pero lo hace de una manera realista y cruel, porque lo que realmente hace el autor es sublimar la guerra y al hombre que de ella es capaz de salir airoso y altivo. Novela en la que se nos quiere mostrar, con truculencia a veces, lo que el autor ya ha visto en sus viajes como reportero de guerra: la lucha por la supervivencia pura y dura.

     "También recuerdo el orgullo. Entre los sentimientos que pasan por la cabeza, en el combate, cuéntase el miedo, primero, y luego el ardor y la locura. Calan después en el ánimo del soldado el cansancio, la resignación y la indiferencia. Mas si sobrevive, y si está hecho de la buena simiente con que germinan ciertos hombres, queda también el punto de honor del deber cumplido. Y no hablo a vuestras mercedes del deber del soldado para con Dios o con el Rey, ni del esguízaro con pundonor que cobra su paga; ni siquiera de la obligación para con los amigos y camaradas. Me refiero a otra cosa que aprendí junto al capitán Alatriste: el deber de pelear cuando hay que hacerlo, al margen de la nación y la bandera; que, al cabo, en cualquier nacido no suelen ser una y otra sino puro azar. Hablo de empuñar el acero, afirmar los pies y ajustar el precio de la propia piel a cuchilladas en vez de entregarla como oveja en el matadero. Hablo de conocer, y aprovechar, que raras veces la vida te ofrece ocasión de perderla con dignidad y honra". Como se puede comprobar, pura mitificación del ardor guerrero y de todo lo que ello conlleva.

    En definitiva, un fresco de la España de la época untado con la seductora pátina del desencanto, que Pérez-Reverte no esconde es un trasunto de la de hoy, en la que los buenos vasallos se ven abocados a la lucha por los malos gobernantes: "...Que si es mucha verdad que nuestra pobre España no tuvo nunca ni justicia, ni buen gobierno, ni hombres públicos honestos, ni apenas reyes dignos de llevar corona, nunca le faltaron, vive Dios, buenos vasallos dispuestos a olvidar el abandono, la miseria, y la injusticia, para apretar los dientes, desenvainar un acero y pelear, qué remedio, por la honra de su nación". Una España ruin y envidiosa, cainita en el poder a la que se le contrapone esa España real, mítica, del tercio de Cartagena, formado por soldados de todas las Españas, y que lucha en lo fatal como un solo soldado. Cualquiera que conozca al Pérez-Reverte articulista puede reconocerlo en este pasaje narrado por Iñigo Balboa.

     En cuanto a Alatriste, se enfatiza su imagen fija ya conocida. Un personaje muy literario, con unas cualidades muy estilizadas y algo planas, pero muy efectivas: la frialdad profesional, su lucidez amarga y desencantada, su estoicismo resignado, en fin, su indiferencia ante la vida, quebrada por accesos de escondido sentimentalismo. Un personaje conseguido que sigue tomando forma y que por mérito del autor se ha convertido en símbolo de una época.

    Para concluir, el autor utiliza ciertos artificios narrativos que denotan ese interés que mencionamos al principio por dotar de complejidad a una saga que estaba derivando a la novela juvenil, dicho  sea sin el más mínimo desprecio. Estos artificios estructurales son la nota del editor final, que aporta un punto de misterio a futuras novelas por la desaparición del Capitán Alatriste de obras literarias y pictóricas conocidas como probable sanción a algo desconocido, pero que seguro se desvelará. Como siempre, la España ingrata que se despreocupa de aquellos que la han defendido. El juego narrativo, como es lógico, se nos ofrece tomando como referencia la famosa pintura de Velázquez de "Las Lanzas de Breda". Un saludo atento del criticón lector.

miércoles, 29 de febrero de 2012

"POR LA BOCA MUERE EL PEZ". CARLO LUCARELLI Y ANDREA CAMILLERI. FEBRERO 2012

     Un juego con el que mezclar a dos de los protagonistas de novela negra italiana más famosos, eso es, fundamentalmente, el experimento de este librito, que debe ser tomado como una curiosidad. La ilación del texto es en forma epistolar y mediante documentos administrativos o periodísticos que van desgranando los hechos. Nada de narración tradicional, solo la relación por carta entre el comisario Montalvano y la inspectora Grazia Negro, con su pretendida complicidad y sus aventuras levemente esbozadas. Se lee en un rato y, a mi juicio, no deja de ser más que un experimento editorial para juntar a dos autores de renombre. No obstante, su extrañeza y su fácil lectura comvierte esta novelita en un instrumento adecuado para conocer a estos autores y a sus famosos detectives. Un saludo.

domingo, 26 de febrero de 2012

"ADÁN EN EDÉN". CARLOS FUENTES. FEBRERO 2012

     Carlos Fuentes se caracteriza en sus obras por el análisis pormenorizado de la sociedad mejicana. Este título es una muestra más del interés del autor por retratar las complejidades de la misma. Se trata de una novela corta en la que el narrador protagonista se confiesa a un lector intuido (al que a menudo hace referencia) para crear una complicidad que tendrá importancia al final de la novela.

       El narrador, Adán Gorozpe, es un triunfador hecho a sí mismo, casado con la Reina de la Primavera hija de un comerciante del bizcocho de éxito, que probablemente es lo más logrado de la novela con sus hilarantes salidas  de tono y su falta de sentido común. Gorozpe se autoanaliza, a veces demasiado machaconamente por lo repetitivo de los planteamientos, y en esta intronspección vemos cómo su vida está dividida en compartimentos estancos que no tienen el más mínimo contacto. Por un lado, su vida familiar, caótica y ridícula, con un suegro con el que convive que mantiene la habitación igual que la dejó su esposa, toda rosa excepto un bidé de hierro, una esposa hilarante y con una absoluta falta de juicio que en todas sus intervenciones dice algo incoherente, y un cuñado diletante, más serio y "normal" pero que sufre una evolución personal desde el inconformismo familiar valiente hasta la superchería redentora del Méjico perdido que el autor propone. Por otro, está su vida profesional, de hombre triunfador que domina las situaciones y no  se permite errores, el hombre público, el abogado de éxito que pasa por encima de sus empleados. Por último, nos encontramos con la parcela que da sentido a su existencia, su relación con Ele, su amante. En el reducto que supone el piso donde se encuentra, Gorozpe se encuentra con su verdadero yo y vive el presente con la intensidad que el mismo requiere. Ele es su vida, pero también su debilidad.

     La novela cobra fuerza cuando entra en escena el antagonista de Adán Gorozpe, Adán Góngora, policía que accede al poder y con sus maquiavélicos movimientos da carnaza a la sociedad con un sistema de terror dirigido a los más desfavorecidos y contra las clases medias venidas a menos. Adán contra Adán, el enfrentamiento está servido y. sin lugar a dudas, la descripción cruel que de Góngora hace Gorozpe es de lo mejor del libro. El enfrentamiento se decide en un final algo precipitado, pero muy a la manera mejicana, con dosis brutales de violencia. Y es que, según Gorozpe, a grandes males, grandes remedios.

     En conclusión, nos encontramos con una novela menor del magistral novelista e intelectual mejicano, con variedad de tonos que van desde lo humorístico (a mi juicio, lo más logrado del libro), hasta lo cruel, pasando por lo reflexivo y lo sentimental. Una novela que muestra las bondades de estilo de Fuentes, con su manejo excelente de los coloquialismos y la pericia a la hora de poner palabras en un narrador protagonista, como ya hiciera en su obra maestra "La muerte de Artemio Cruz", pero que parece voluntariamente bosquejada como obra menor y que, por momentos, resulta reiterativa en sus planteamientos. Y, ciertamente, para ser una novela de escasas páginas adolecer de este defecto me parece estructuralmente una merma demasiado grande para un autor del caché de Fuentes. No obstante, como criticar a Fuentes casi parece una herejía, el criticón lector recomienda la lectura ya que sus logros son más grandes que sus faltas. Un saludo.

martes, 21 de febrero de 2012

"ROJO Y NEGRO" . STENDHAL. FEBRERO 2012.

"ROJO Y NEGRO" . STENDHAL. FEBRERO 2012.
     Esta conocida obra nos muestra la vida de Julián Sorel, novela de personaje, que representa los valores de esa clase social pujante en el siglo XIX, que es el pueblo. Hijo de un aserrador y con una infancia difícil, Julián demuestra siempre una alta consideración sobre sí mismo y en todo momento sueña con medrar en la complicada sociedad decimonónica francesa, bien vía militar ( con sus sueños juveniles sobre el pasado cercano napoleónico), bien vía eclesiástica (gracias a su formación latina y su conocimiento memorístico de la Biblia). La novela se estructura en dos partes que refieren dos momentos y lugares distintos de la vida de Julián. En primer lugar, Verrières y Besancon, en la que se nos muestra la formación del carácter del joven Sorel y la vida de provincias, con sus odios, sus mezquindades y, sobre todo, el fatuo orgullo de clase de los principales de la provincia, representados por el alcalde y por Valenod. En segundo término, vemos París, donde el joven observa primero en el seminario y luego en el palacio del Marqués de la Mole las luchas permanentes por parcelas de poder, la hipocresía y, principalmente, la superficialidad y vacuidad de la aristocracia parisina a la que le falta la fuerza y el nervio para mantener el poder, con lo que se anticipa en la novela la futura historia de Francia.

     Julián Sorel, como hemos planteado, con su orgullo y ambición representa a esa clase que detona los cimientos podridos de la sociedad francesa.

     No hay que olvidar que "Rojo y Negro" es también una novela de amor o, más bien, de amores. Pues si la novela está estructurada en dos, también lo es por los dos amores que tiene el protagonista. La primera con la señora de Rènal, casada con el alcalde de Verrières, que le da trabajo como preceptor de sus hijos. Se trata de un amor sincero y pasional por parte de ella y algo afectado por parte de él. En segundo lugar, surge el amor con la hija de los marqueses de la Mole, mujer fría y altiva domeñada por Julián apelando a la frialdad y a los celos.

     Por tanto, nos encontramos ante una novela  total en el que todos los personajes giran alrededor del protagonista. Una novela que ha sido considerada por la crítica una de las primeras novelas realistas, un hito fundamental en la evolución de la novela moderna, que sin duda conserva elementos todavía románticos, como la rebeldía social de Julián y las actitudes y poses de los personajes femeninos. En definitiva, una extraordinaria novela que desarrolla con sutil sensibilidad los vericuetos psicológicos de Sorel y su ánimo cambiante, dominado siempre por su orgullo y su ambición.