Este clásico del teatro de humor español es de una modernidad que asusta. No solo el tema: la búsqueda de la eterna juventud a través de la ciencia, la inmortalidad. Principalmente es el lenguaje y la sutil ironía con que los personajes de contestan unos a otros. El autor parodia los conceptos de amor eterno, del tesoro de la juventud, de la familia y demás verdades inoculadas en el imaginario colectivo.
Los mismos personajes en momentos, circunstancias y lugares diferentes se comportan de modo absolutamente distinto, afianzando la idea de que el tiempo todo lo puede y resulta inútil luchar contra él, aunque se inventen armas para detenerlo.
A destacar, la presencia de los americanos en el segundo acto, su inclusión es hilarante y cómo no lo que pretenden es money, money, money.
El siguiente una lectura de éxito y típicamente veraniega, "El tiempo entre costuras".
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