jueves, 7 de junio de 2018

"CUMANDÁ". JUAN LEÓN MERA

     Juan León Mera fue un político, ensayista y escritor ecuatoriano que con "Cumandá" escribe la que por muchos es considerada la primera novela ecuatoriana. Novela de naturaleza romántica, de un romanticismo tardío en el que se vislumbra la crítica social que más adelante será la seña de identidad de la novela indigenista. En la novela hay un cuidado extraordinario por describirnos las tierras desconocidas del oriente ecuatoriano, tierras selváticas donde habitan los indios jíbaros y los záparos. Tras unos primeros capítulos más descriptivos, la novela se detiene en la historia de dos amantes, Cumandá, la heroína de la historia, joven y misteriosa perla entre los indios, y Carlos, personaje con alma sensible de poeta. Entre ellos se da un fuerte contraste, si Cumandá es decidida, valiente, activa, en Carlos vemos cierta pasividad. Frente a lo pusilánime del amante, Cumandá es un ejemplo de fuerza y decisión. Cumandá significa en el idioma de los záparos patillo blanco, y es que se diferencia de sus familiares indios por su blancura. 

      La novela en los pasajes narrativos tiene un ritmo vivo y dinámico. El padre de Cumandá odia a los blancos y, por tanto, desde el principio, será el elemento antagónico frente al que tendrán que luchar para intentar lograr el tan deseado amor. El odio de Tongana está presente en la novela en todo momento y, al final se revela como fundamental para entender el sentido de la novela. Pues su odio deriva de un hecho acaecido en el pasado que lo emparenta con el padre de Carlos, antiguo hacendado que vio morir a su familia en una revuelta india bajo las llamas y que arrepentido de su vida anterior se convierte en religioso y líder espiritual de una comunidad india de záparos.  La revuelta de Guamote y Columbre será factor decisivo en los acontecimientos finales de la novela, ya que en la anagnórisis final se nos mostrará cómo Cumandá es la hija que se creía fallecida en las llamas y, por tanto, hermana de Carlos. Su sacrificio final vendrá a proteger la imposibilidad de la relación entre los amantes dada la situación incestuosa de la misma.

     El mundo del indio, sus costumbres, su sociedad, está muy conseguido, pero en todos ellos hay una mirada condescendiente, se le respeta, pero se considera que es necesaria la labor civilizadora de la moral cristiana para que crezcan espiritualmente. En este sentido, Lara critica fuertemente la expulsión de los jesuitas, pues a estos los consideraba los principales factores de civilización de los indios. Entre los indios hay diferentes  tipos, los jíbaros, más violentos y agresivos, con un cacique poderoso como Yahuarmaqui, jefe de los Curacas, y los záparos más tranquilos y pacíficos, como los de la comunidad de Andoas donde está el padre de Carlos como jefe. Yahuarmaqui, encaprichado de Cumandá la quiere hacer su esposa, ello también provocará la tragedia.

    El mayor defecto del libro son los diálogos, excesivamente artificiales, si la narración es ágil, y la descripción es de una credibilidad y belleza lograda, los diálogos pecan de poco creíbles. De hinchazón de sentimientos, al modo romántico, en un contexto poco favorecedor a los mismos.

     En conclusión, una novela bastante prototípica del tardorromanticismo, con un personaje femenino muy logrado, con una gran fuerza interior y en el que se decanta la voz del autor, marcada por un indiscutible conservadurismo y religiosidad.