viernes, 17 de diciembre de 2021

"CERO, CERO, CERO". ROBERTO SAVIANO

     El polémico e influyente autor italiano, Roberto Saviano, da un paso más en su búsqueda del horror y nos muestra una radiografía completa  del universo de la cocaína, la droga perfecta y más adaptable para la época actual, ese mundo líquido e inestable sin basamentos morales fuertes que Bauman (del cual he leído un libro este verano y recomiendo) nos retrata. Se abunda en el negocio y en los perversos mecanismos de funcionamiento de las mafias que dominan el mercado, lo que se ha dado en llamar el narco-capitalismo. Utilizando las técnicas del reportaje periodístico, el autor nos hace un paseo espectral sobre lo más salvaje y lo más sofisticado del mundo oscuro que se esconde tras el consumo de la cocaína en un estilo a veces fluido y otras veces oscuro.

     Empezando con el estallido de la coca, con las mafias colombianas que supieron ver que tenían la gallina de los huevos de oro, con sus inicios hasta crear el gran cártel colombiano en el que la figura mítica de Escobar, supone el punto culminante del poder de los colombianos con su uso potente y cruel de la violencia. Sigue con las mafias mexicanas que al ser el sitio de paso al mayor mercado de consumo se hacen hueco sobre la base de la utilización extrema de la violencia, si los colombianos mataban, los mexicanos incluyen la humillación y la tortura en sus luchas por el dominio y de poseer posiciones preponderantes, en un continuo descabezamiento y resurgir, cual Hidra de Lerna. En los capítulos mexicanos he recordado la serie en letanía de asesinatos de 2666 de Bolaño, esa crueldad tan despojada de humanidad que paraliza al lector, lo  hipnotiza, más que horrorizar. Hace también un paso por las mafias calabresas que han agostado y empequeñecido a las más tradicionales como la napolitana. La Ndrangheta, el árbol que da cobijo a sus miembros, en una estructura perfectamente formada y que en vasos comunicantes hunde sus raíces en la tierra para llegar sus ramificaciones a todos los rincones imaginables. Los mafiosos rusos que utilizan los sistemas de la antigua kgb y se han convertido en influyentes magnates que dominan no solo el mercado de la cocaína, sino otros muchos tanto legales como ilegales. Y, por último, no se puede dejar por alto el papel fundamental que la banca y sus escasos controles en el blanqueo de capitales junto con la permisividad del sistema financiero tienen en todo este entramado para hacer limpio lo que de facto proviene de las cloacas. El recorrido por estas páginas es tan apabullante que más que asustar, abotarga. El trayecto por el mundo infame de la cocaína, tan adrenalítica ella, me deja como lector con el efecto contrario de los opiáceos, anestesiado. De tan duro que es apaga toda esperanza. Empieza indignando, pero la continua muestra de horror acaba aplastando toda forma de turbulencia interior.

     En otro orden de asuntos, da mucha tristeza el autor que traslada una imagen de sí mismo de hombre obsesionado, condenado de por vida y, sobre todo, solo entre los muros que le proporcionan sus escoltas. La aceptación resignada de su posible futura muerte duele. Y, en definitiva, en su elegía final a sí mismo en la que también incluye una oda al poder de la lectura y el conocimiento de las personas de su odisea personal y del mundo pestilente en el que se mueve, ese que se oculta tras la fachada que vemos todos cada día al salir de casa a trabajar, se antoja insuficiente para tanto sacrificio, para tanto coste personal.

     Por último, hecho en falta en el libro el aporte de soluciones, muy escasas y solo al final, que no incluyo para no anticipar al lector este conclusión del autor. Hecho en falta la mención a la prevención, a la educación, no tanto como un resorte de esperanza cuanto como horizonte moral en el que apoyarse. Porque en la cadena del mal, el último eslabón es también, desde mi punto de vista, clave.

     No suelo reseñar libros que no son de ficción como este, pero sus técnicas periodísticas que desembocan al final en un tipo concreto de narración y su valor como arma de conocimiento frente al mal me han llevado a intentar, aunque sea desde este humilde blog, a propagar la palabra del "héroe/mártir" Saviano.

    Un saludo del Criticón Lector.

     


viernes, 12 de noviembre de 2021

"LA SEGUNDA MUERTE DE RAMÓN MERCADER". JORGE SEMPRÚN

      Justo en esa época bisagra en la que se suele exponer en los manuales la vuelta al relato tradicional alejado de esos años de experimentación literaria que inundó las librerías por efectos del boom en los años 60 y 70, es decir, en las postrimerías de los 70 aparece en el mundo de las letras hispánicas esta obra escrita a finales de los 60, cumbre de esa novela caleidoscópica, compleja y variada y juguetona desde el punto de vista narrativo con el lector que se puso tan de moda. Se trataba de plantear retos a quien lee, de manejar textos y subtextos, de utilizar numerosas variantes narratológicas, como la crítica artística que ocupa varias páginas, la primera persona, la tercera, cartas, telegramas, informes, la presencia del propio autor de modo descarado, juegos temporales con prolepsis y analepsis constantes, equívocos y una trama confusa que hay que ir descifrando poco a poco y en donde no faltan asuntos narrativos ajenos a la propia historia. Y todo ello para conformar una novela de espionaje con cierto aire clásico, en la que domina un cierto halo irónico y trágico,  si se observa incluso desde el mismo nombre de la novela.

     El protagonista principal es alguien admirable, pero que carga con un pasado conflictivo que se va desvelando. Su mismo nombre tiene un punto de ironía trágica. Homónimo del asesino de  Trotsky, la evocación constante a este viene a sumirnos en el declive y la perversión del sistema soviético y del comunismo de la Europa oriental por añadidura. Se trata, entonces, de una especie de homonimia simbólica y la caída y desgracia del primer Ramón Mercader viene a ser el correlato de la caída del segundo, nuestro protagonista. Asimismo, vemos, como en toda buena novela de espías, la apropiación de una personalidad, de la vida de un hombre, una sombra, para conseguir los fines pretendidos por la organización. Ramón Mercader no es Ramón Mercader, claro, es otro. El juego de desdoblamientos crece a medida que avanza la novela. Pero la relación entre el que suplanta y el suplantado, niño exiliado y muerto, tiene también sus concomitancias biográficas de padres represaliados. Las luces y las sombras, los hilos invisibles que unen las vidas de unos y otros personajes.

     Por otro lado, en la novela la ironía trágica se manifiesta igualmente en el nombre de la operación, Humpty-dumpty, que hace alusión a una cancioncilla típica inglesa que viene a ser un leitmotiv constante en la novela y que a modo de coro de tragedia griega nos anticipa la caída del protagonista, en una relación significativa entre el huevo Humty-dumpty, que inevitablemente cae y se rompe, y este. 

     El marco de la novela resulta igualmente interesante con la exteriorización de las luchas por la información en la época de los bloques y la guerra fría. El desencanto de los del ala este es manifiesto, pese a su obediencia. Las remembranzas de Stalin y Ulbricht son, en este sentido, demoledoras. Las manifestaciones de algunos personajes sobre las purgas y la represión aparecen, de nuevo la ironía, ensombreciendo el intento heroico del protagonista de desvelar al traidor. 

     Y nada más. Un saludo del Criticón Lector.

lunes, 20 de septiembre de 2021

"EL GUARDIÁN INVISIBLE". DOLORES REDONDO

     Novela publicada en 2013 de extraordinario éxito y que conforma junto con "Legado en los huesos" y "Ofrenda a la tormenta" la trilogía del Baztán, que posteriormente ha sido llevada también con éxito al cine.  Se trata de una obra que tiene como elemento llamativo la mezcla entre la investigación moderna dominada por principios racionales y un ambiente mágico o mítico en el que se desarrolla esa investigación y que sirve de contraste primario. Así, aparecen personajes como el Basajaun, una figura mítica del folclore vasco-navarro que tiene su importancia y que de hecho da nombre a la novela, pues a él se refiere al título.

   Si algo hay que destacar en el libro es la trascendencia, con el tópico habitual de que actúa como un personaje más, del contexto en el que se mueven los protagonistas. El bosque y, sobre todo, la lluvia envuelven al lector en un ambiente abrumador y asfixiante. El frío y la humedad intervienen en la trama constantemente, tanto en los estados de ánimo, como en los propios asesinatos. Porque, como ya han podido adivinar, la novela es un thriller clásico de asesinatos y posterior investigación y resolución de los mismos. Unos asesinatos macabros a adolescentes con la liturgia y pompa propia de una película americana y perpetrados por un (¡cómo no!) asesino en serie. El asesino ataca a jóvenes que pierden su pureza y su inocencia. Así que además de asesino es un tipo de lo más tradicional.

   Por otro lado, en la novela destaca la figura de Amaia Salazar, protagonista indiscutible que lleva la batuta de la investigación y personalidad aglutinadora de los acontecimientos y los demás personajes. Se trata de una joven policía foral de Navarra que debe pelear por el respeto de sus compañeros más veteranos y de técnicas más tradicionales que ha sido formada en Estados Unidos y ha trabajado con perfiles parecidos a los del asesino del Baztán. Pero en la conformación del personaje destaca más que su valía o talla profesional es la mezcla entre la seguridad profesional que emana y los miedos profundos que tiene en su ámbito personal: la posibilidad temida de una futura maternidad y, sobre todo, sus fantasmas personales y familiares a los que debe enfrentarse al acudir al territorio de su infancia. La novela nos va desgranando poco a poco el horror vivido por una niña y cómo la oscuridad es muy a menudo tapada con un tupido velo de indiferencia.

  En conclusión, "El guardián invisible" es una novela que entretiene y consigue de forma amena que se disfrute de un thriller clásico con todos los tópicos del género y todo ello aderezado con una prosa fluida y sin complicaciones. Una novela muy válida para leerla en la playa y pasar un buen rato, si no quieres grandes complejidades narrativas, dorados estilismos o sesudos pensamientos filosóficos. Todo lo contrario que la siguiente novela que reseñaré. 

    Un saludo del Criticón Lector.

martes, 31 de agosto de 2021

"EL ABUELO QUE SALTÓ POR LA VENTANA Y SE LARGÓ". JONAS JONASSON

     Con este título tan aparatoso apareció este libro de un autor sueco desconocido que fue todo un éxito editorial hace unos años y estuvo entre los libros más vendidos por mucho tiempo en Europa. Se trata de una novela de puro entretenimiento, muy divertida, sin ínfulas algunas y que, no obstante, deja alguna enseñanza de calado flotando en el maremágnum de peripecias contadas. Tras la escapada del viejo Allan Karlsson de la residencia de ancianos en la que se encuentra en la víspera de su centenario, este se encuentra de lleno en un sinfín de aventuras imposibles. El tratamiento de estas aventuras lleno de humor y surrealismo hace que se lean con deleite y el muestrario de personajes, en esa Suecia tan sublimada por los países mediterráneos, a cada cual más estrafalario y muchos de ellos cercanos al mundo del crimen.

   La historia avanza en dos tramas diferenciadas. Por un lado, las peripecias tras la fuga en las que el encuentro con un maletín cargado de dinero y con otros personajes con cualidades peculiares irán formando un grupo que será perseguido por la policía, primero en la búsqueda del viejo y, más tarde, dados los acontecimientos del relato, en su captura. Por otro, la historia personal del abuelo desde su nacimiento e infancia hasta su actualidad. Es esta parte igualmente hiperbólica, desmesurada, surrealista e increíble. En esta parte de la novela se produce el encuentro y, muy a menudo, la confianza con numerosos personajes históricos, generalmente de naturaleza política y que tomaba decisiones de trascendencia internacional. Como ejemplo de estos personajes vemos a Franco, Truman, Mao, Stalin, De Gaulle... El viejo Karlsson tendrá influencia decisiva en numerosos acontecimientos históricos, y, por tanto, en el devenir de la historia. Y en este punto es una referencia casi obligada la extraordinaria película de Zemeckis "Forrest Gump", pues las relaciones son evidentes. Lo bueno de la historia es que a Karlsson no le guía en ningún momento la ideología, el viejo ayuda a unos y a otros por casualidad o, simplemente, porque se lo piden. Y bajo la peripecia y los encuentros con grandes nombres de la historia se esconde el desorden que mueve el mundo, los chanchullos y el sinsentido de la política que se supone de altos vuelos. La novela es así, con este tono de humorada continuo, una crítica a los desmanes de los grandes líderes, a la intransigencia y el absurdo de las motivaciones de las grandes decisiones. Pero, claro, seamos realistas, esto es lo de menos en esta novela. Y es que a veces buscamos lecturas más allá de lo que se nos ofrece.

    Lo verdaderamente decisivo de la novela es algo mucho más sencillo y que, además, se ha tratado en muchas ocasiones en literatura. El libro es un canto a la vida, un homenaje constante a una filosofía entre epicúrea y estoica que este viejo se empeña en mantener. Alejado de toda filosofía, Karlsson es el paradigma perfecto del carpe diem latino. Como debe ser, vaya. Un vitalista empedernido que nos recuerda a todos con  su ejemplo, eh, chicos, aquí estoy con mis cien años buscándome la vida, aprovechándola hasta el final. Y todo para que, con una sonrisa, lo acompañemos y, cómo no, se nos apetezca algún día saltar por la ventana y escapar.

   Y nada más por mi parte. Un saludo del Criticón Lector.

jueves, 12 de agosto de 2021

"EL GIGANTE ENTERRADO". KAZUO ISHIGURO

     El reciente premio por la Academia sueca, Kazuo Ishiguro, escritor japonés pero en lengua inglesa ha dejado grandes obras en su trayectoria literaria. Entre todas ellas quizá la más conocida, gracias a la megafonía que siempre supone el cine, son "Los restos del día", con aquella interpretación mítica de Anthony Hopkins y la más reciente "Nunca me abandones". Se trata de un autor difícil de clasificar por su interés constante en abandonar el encasillamiento y las etiquetas, por tocar géneros diferentes y además de forma poco canónica.

   El caso de "El gigante enterrado" es paradigmático en este sentido, pues no sabemos como lectores si nos encontramos con una novela de fantasía, una novela histórica, una novela épica o legendaria. Aunque sí tenemos claro que el escritor apela a situaciones y temáticas muy actuales, o más bien, constantes. Esta fábula moral, así la voy a llamar, aunque con mis reparos, nos relata el viaje - épico, tierno, amoroso - de dos viejos. La excusa del viaje es la búsqueda del hijo, pero lo cierto es que, y he aquí la clave de la novela, que los dos ancianos se buscan a sí mismos pues el mundo que habitan es un mundo en el que la memoria falla. No son dos ancianos a los que la memoria falla, sino que son dos ancianos que viven en un mundo extraño en el que todos los habitantes tienen problemas de memoria. El porqué de esta falta de memoria colectiva, ya el concepto es en sí mismo tan actual que asusta, se explica al final y sinceramente se puede ver en la clave que se quiera, para mí no es lo verdaderamente importante. Lo trascendente de la novela, como toda buena novela, es el camino. Sus encuentros y los significados varios que le vamos dando a lo que parece una fantasía medieval, mítica o legendaria, con toda la parafernalia artúrica de por medio.

   Por el camino, los viejos, Axl y Beatrice, nombre de resonancias medievales y amorosas por antonomasia, van encontrando personajes que los acompañarán en esa búsqueda implacable de la identidad propia, del doloroso y también catártico reconocimiento de lo que nos conforma. Observamos a dos antagonistas, dos guerreros, uno joven, Wistan, que ayudará a la pareja y otro anciano, Galwain, antiguo caballero artúrico, que también se presta a ayudarlos. Pero ambos esconden oscuros secretos. También un niño extraño y diferente al resto que, de algún modo, es el receptáculo del legado de todos los personajes. Porque la novela es un continuo péndulo entre amor y odio, entre lo antiguo y lo nuevo y, fundamentalmente, una reflexión lírica sobre la importancia de la memoria, pero como aquella puede alimentar rencores y odios. Porque conocer, lo queramos o no, puede desembocar en el rencor y es ahí donde se ve la virtud de la amnesia colectiva. Estamos ante el unamuniano dilema entre el conocimiento doloroso o la ignorancia feliz, pero enmarcado en una narración que es de todo menos especulativa. La especulación es el poso que le queda al lector.

    Me quedo con la relación de amor de estos dos seres entrañables, Axl y Beatrice, y con el inolvidable final. Porque el camino (de la vida, del viaje) puede estar preñado de obstáculos, pero nada hay que el amor no supere. ¿ O no es así?

    Un abrazo de el Criticón Lector 

jueves, 27 de mayo de 2021

"LAS TRIBULACIONES DEL ESTUDIANTE TORLESS". ROBERT MUSIL

     Se trata de la primera novela de un escritor austriaco que suele colocarse junto a grandes nombres de la gran novela de principios y mitad del siglo XX, como Thomas Mann o Robert Walser, en especial por su mastodóntica "El hombre sin atributos". Su primera novela parece que se puede relacionar con la propia biografía del autor, pues este en su adolescencia estuvo internado en una institución militar muy similar en la que se ambienta. En este sentido, podemos considerar "Las tribulaciones del estudiante Torless" como una novela prototípica de iniciación o aprendizaje, en un entorno que se presta a ello por el simbolismo a escala reducida de lo que luego viene a ser el mundo de los mayores, acentuando, cómo no, la crueldad y la violencia tan propia de estas edades y más en entornos cerrados y oscuros.

    Publicada en 1906, la novela se muestra en general muy clásica, pero deja entrever el discurrir de conciencia que años más tarde será el leit motiv de la nueva ola de escritores de vanguardias, influidos por el psicologismo imperante y las enseñanzas de Freud. Esta consciencia viva dimana, por lo general, de los acontecimientos o los hechos que le van ocurriendo al joven protagonista, dotado de una fina inteligencia y cierta sensibilidad. La novela por esta parte me recuerda a Svevo o Proust. El joven Torless cae constantemente en contradicciones, sus reflexiones y sentimientos son oscilantes y tras secuencias en las que parece haber dado con alguna verdad vienen otras que desdicen las afirmaciones anteriores. Lo que, a mi juicio, viene a reflejar la formación en curso del protagonista, su ambivalencia moral y su personalidad apenas forjada. Bien es cierto que conforme va llegando el final de la novela, el narrador perfila lo que será el adulto Torless. En general, podemos considerar que la novela muestra la intensidad de las vivencias en la cabeza del adolescente.

     Se ha querido ver una relación en cuanto al hilo argumental de esta obra con " La ciudad y los perros" de Vargas Llosa. Si, desde luego, el ambiente, el espacio y algunos acontecimientos son parecidos, lo que a mi juicio, está fuera de toda duda es que el tratamiento, la sordidez y el estilo son completamente diferentes. En cuanto al estilo esta obra es de raigambre clásico, de ritmo pausado y discursivo. La novela corta peruana es más moderna, con usos constantes de estilo indirecto libre y monólogos interiores. Me inclino por favorecer la obra de mi admirado Vargas Llosa, si bien leí esta obra hace muchos años y no estaría mal revisitarla al socaire de esta otra gran novela.

     En este libro los temas más atractivos, además de la observación de la formación de un personaje, son los de la violencia y la dominación. Así, el grupo de personajes que conforman la realidad circundante del protagonista son un compendio en reducido de la crueldad y las relaciones de dominio. Los amigos de Torless protagonizarán esta realidad. Reiting, viene a ser el matón del internado, de una violencia primaria e instintiva y, luego, Beineberg, que sermonea a Torless para justificar su violencia al modo del filósofo. En Beineberg se atisban, ya en 1906, los discursos de violencia que dominarán la primera mitad del siglo XX, fascismos y nazismo incluidos. Por otro lado, está la víctima, Bassini, débil y poco inteligente, será utilizado como esclavo sexual para los más depravados deseos de estos dos tiranos, en los que se adivinan inclinaciones sádicas indiscutibles. Torless, será el espectador frío, el observador reflexivo de esta situación, no sin caer en la tentación del homoerotismo. 

    El ambiente de la novela, aunque cerrado, es menos opresivo del que cabía imaginar, Torless a veces sale y pone su mirada en la ciudad, en el exterior. Asimismo, incluso en el interior del recinto, los jóvenes pueden salir de las miradas del resto de sus compañeros y de sus maestros. Las escenas en la casa de la prostituta al principio de la novela son en este apartado claves

    Resulta curioso en el devenir formativo de Torless su interés por las matemáticas y la filosofía, ya que en su acercamiento hay algo de curiosidad inocente. El concepto de los números imaginarios será el motor de esa búsqueda del conocimiento.

   Y nada más. Un saludo del Criticón Lector.

lunes, 10 de mayo de 2021

"CAMPO DE AGRAMANTE". JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD

 Ha fallecido Caballero Bonald, sin lugar a dudas uno de los grandes de la literatura en español, por su extraordinaria calidad, su heterodoxia creativa y su maestría en todos los géneros conocidos. Narrador, ensayista, memorialista y poeta en todos los campos se adivina su estilo magnificente, barroco y cautivador. Sin duda, un texto de Caballero Bonald siempre tiene su marchamo, su aire inconfundible y peculiar. Su biografía está tan cargada en vivencias como el conjunto de su obra en calidad. Para conocer un poco su vida y su obra me remito a estos dos enlaces que, dado su recentísimo fallecimiento, se han publicado en los diarios del grupo Joly:

https://www.huelvainformacion.es/delibros/casa-padre_0_1572443057.html

https://www.huelvainformacion.es/ocio/caballero-bonald-francisco-correal_0_1572443340.html

https://www.huelvainformacion.es/ocio/Celebracion-incertidumbre-muere-caballero-bonald_0_1572443222.html

    Resulta curioso que decidiera leer hace un par de meses esta novela extraña que hoy reseño. La figura pública de Caballero Bonald me ha atraído tanto o más que su obra, de la cual he leído su poesía, su novela más lejana a lo que vendrá a ser su sello particular como escritor, "Dos días de setiembre" - un ejercicio muy de época en la línea de narrativa realista objetivista, con claros tintes sociales - y, por último, este "Campo de Agramante". Destaco su versatilidad, pero sobre todo la portentosa lucidez creativa, sobre todo siendo ya octogenario. La vejez de Caballero es de las más fructíferas en nuestras letras.

     En "Campo de Agramante" observamos las andanzas de un personaje peculiarísimo, que debido a un problema auditivo de naturaleza casi fantástica, tiene lo que viene a denominarse por algún personaje prolepsis auditiva, es decir, que escucha antes de que ocurran los ruidos a su alrededor. Este poder tiene consecuencias en el relato, que adquiere resonancias míticas y, cómo no, estrafalarias, además de afectar a la personalidad hiperestésica y autoanalítica del personaje. El relato y el personaje convocan a la confusión, a la paranoia y, sobre todo, al desconcierto de un lector que ve cómo se le cuentasn cosas con normalidad que son de lo más anormales. Una vida anodina que pasa a ser extraordinaria por efecto de una discordancia sensitiva. La novela pasa por cierto surrealismo narrativo y la realidad ofrecida es antirrealista. En este sentido el discurrir de la conciencia del personaje tiene tanta importancia como lo que ocurre en el exterior. Digamos que se nos presentan dos espacios, ambos de una trascendencia pareja, el mental del protagonista y el exterior, focalizado en Sanlúcar de Barrameda y sus alrededores, con la sempiterna Doñana como paisaje mítico recreado por el autor.

    En su divagar el protagonista se encuentra con un abigarrado conjunto de personajes, la mayoría extraños y algo esperpénticos y se producen escenas muy potentes que quedan grabadas en el imaginario del lector, se me ocurren por ejemplo, la escena brutal de la caza del jabalí, el encuentro con la curandera, o el trío sexual con sus dos amigas.

   La narración es un conjunto de anotaciones realizado por el mismo protagonista en el que da cuenta de sus vivencias y, sobre todo, de sus anomalías perceptivas con las consecuencias que estas conllevan. Esas anotaciones, escritas un poco con intención aclaratoria e incluso terapéutica, afectan claramente al tempo narrativo que es un tanto caótico y desordenado y que abunda en, cómo no, prolepsis narrativas y excursos digresivos. También se observa la importancia que el protagonista da a los sueños, con lo que se agudiza o se completa la sensación de que lo narrado es un maremágnum y en el que la realidad vivida tiene su explicación en clave onírica. En este sentido, a medida que el relato avanza se puede ver en el personaje algo que lo complejiza aún más, y es un latente complejo de Edipo, un sentimiento erótico hacia la madre y que implica una cierta dependencia hacia esta. El personaje no deja de ser un adulto que no ha madurado.

    Como lector, la mayor gratificación que me ha producido el libro es la vívida imagen de los topos presentados, Sanlúcar y su entorno son conformadas en algunos momentos mediante maravillosas postales descriptivas y el deambular por las calles de Sanlúcar, el arribo constante a las bodegas tan sanluqueñas y tan insertas en la vida de sus habitantes, la presencia del Guadalquívir y de Bajo guía se reconocen, se respiran, se viven.

     Y nada más. Un saludo del Criticón Lector, y descanse en paz tan excelso escritor.

miércoles, 7 de abril de 2021

"CRÓNICAS DE LAS ARENAS". JUAN VILLA

      Juan Villa es un autor poco conocido, pero dotado de una notable calidad literaria. Aquí nos realiza la crónica del nacimiento y  la decadencia de un poblado en las inmediaciones de Doñana, El Majadal, creado en torno a lo que se vino a llamar el Patrimonio Forestal, plantación de eucaliptos un tanto desquiciada bajo el amparo del régimen autárquico surgido tras la guerra civil. Este Patrimonio es la consolidación del sueño megalómano de Eduardo Zamacola, ingeniero forestal, que está embebido de los principios grandilocuentes del régimen.  

    La novela está basada en situaciones reales y en ella se muestran toda una galería de personajes de la época, muy logrados, como un cura extraperlista pragmático y vividor, un exfalangista defraudado con el devenir del régimen, un anarquista huido, y todo un conjunto abigarrado de harapientos con hambre que se abren paso a la vida. Entre todos los personajes emergen las figuras de Octavio Zamacola, un ultracatólico que vive en el exceso mental y en una visión providencialista de la existencia, una especie de Quijote degradado, y su ahijado, seminarista  desclasado que mantiene la historia y en quien converge el material humano en una búsqueda casi detectivesca del cura perdido, dicho sea en el doble sentido de la palabra. En este sentido, en los pasajes contados por Jeremías, que así se llama, vemos un punto de experiencia iniciática, de ojos inocentes que cuentan una historia sórdida, pero también épica. Como en toda historia, el envés esperpéntico también está presente.

La novela está escrita con mucho esmero, con un estilo depurado, con bellos pasajes e imágenes plásticas. Y es la técnica narrativa una de las características que sobresalen en la misma, pues hay una deliberada intención de experimentación literaria, con usos constantes de primera y tercera persona, con el uso de la fórmula epistolar, del informe, del diario, del monólogo interior (extraño y curioso es el del tío mudo del joven seminarista) y otros modos de discurso.

    Es una pena que la novela se cierre con cierta premura, quizá ante la abundancia de personajes y modos discursivos  echamos de menos saber más del personaje principal que cuenta la historia del que quedan trazos impresionistas y es acabado con la misma fría indiferencia que los demás personajes. Como lector, unas páginas más dedicadas a este me parecerían un justo fin a quien tan bien nos lo ha hecho pasar.