La descripción de los tipos sociales bajos es demoledora y descarnada, sus cuerpos contrahechos son el recipiente y símbolos de sus miserias morales. Su salvaje trato entre ellos repugna y, a la vez, atrae a Agostino, que se encuentra en el abismo de reconocer un mundo nuevo brutal y lujurioso. En el centro del grupo y como irradiando un poder oculto se encuentra un adulto: "El Saro". Su depravado comportamiento es una muestra más de la dura visión de las clases sociales bajas en Moravia.
A mi juicio, lo más destacado de esta novelita corta es la sutil manifestación in crescendo de los sentimientos del joven Agostino. La confluencia de los mismos, sus contradicciones y su debilidad:
"De buena gana se hubiera escondido detrás de aquellas cañas, aunque solo fuera para escapar de las miradas del Saro, agachado e inmóvil, en todo semejante a un enorme batracio habitante del cañaveral, que dirigía hacia él sus ojos entrecerrados. Sólo que, como de costumbre, su repugnancia no superaba la turbia atracción que lo ataba a la cuadrilla; y mezcladas ambas indisolublemente, no podía cuánto placer se escondía en realidad en el fondo de aquella repulsión".La brutal comprensión del mundo circundante hace que Agostino entre de lleno en un mundo de miserias y dificultades, pero su curiosidad de adolescente le lleva por el mal camino como se ejemplifica con su aventura final infructuosa y patética. Un saludo del Criticón lector.
Admirado Manuel, veo que tu voracidad literaria es infinita. Tienes que darme el secreto y explicarme de dónde sacas tiempo para leer a esta velocidad con las cargas familiares que tienes. No te voy a hacer ningún comentario sobre Moravia pero te voy a pedir un consejo: Ha caído en mis manos un libro, "Tierra desacostumbrada" de un escritora norteamericana de origen Bengalí llamada Jhumpa Lahiri. ¿Lo conoces? si es así dime si merece la pena iniciar su lectura. Espero tus sabios consejos.
ResponderEliminarUn abrazo
Como te comenté no la he leído, si bien ya es hora de informarse sobre ella. Resulta paradógico, pero a mí me da la sensación de que estoy a dieta forzosa de lecturas. Un fuerte abrazo. Tus comentarios alimentan mis ansias de lectura.
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