jueves, 4 de enero de 2024

"ANOXIA". MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ

       Siempre he sido muy seguidor de la editorial Anagrama y sin conocer autor ni obra me llamó la sinopsis de este libro, que he leído con interés. Del autor no conocía nada, pero estaré atento a sus próximas novedades. 

       El tema del libro no puede ser en un principio más anodino. El vacío existencial de una viuda, Dolores, y su encuentro con un abuelo con un cierto halo de misterio que la introducirá en el extraño mundo de la fotografía mortuoria. Así, se establece una relación de pupilaje entre el abuelo, Clemente Artés, venido de Francia a un pueblo del Mar Menor en Murcia, y la dolorida Dolores, el nombre parece que viene como anillo al dedo. La aflicción de Dolores procede de una especie de culpa que se ha instalado en ella tras el accidente en moto de su marido y fallecimiento, pues, de alguna manera, ella siente que esa moto fue una escapada hacia adelante de este de la vida rutinaria y estancada en la que se encontraba en la casa. La dejadez del matrimonio y una vida dedicada al cuidado del hijo y, más tarde, del padre enfermo rompieron lo que hubo de bello en el matrimonio.  El marido es una presencia constante y ominosa en el relato.

      En la novela la fotografía se convierte en un topos recurrente y fundamental. El manejo del autor en los contenidos relacionados con la imagen, ya sea desde una perspectiva técnica, ya sea desde una visión filosófica o artística, es indiscutible. A veces, incluso, en la parte técnica nos resulta algo metido con calzador en el argumento, aunque sean conocimientos interesantes. La imagen tiene sin duda una funcionalidad, un interés más allá de lo puramente estético. En la fotografía mortuoria, extrañamente, tiene un efecto balsámico de condensación amorosa en las familias. Aunque este sentimiento se explica que, por el morbo añadido en la época contemporánea a la muerte, es residual y muy escaso. En el resto de su fotografía, que en una catarsis evolutiva de desahogo se va produciendo en Dolores, la función es más social y de testigo de los desastres cercanos. En este sentido, es necesario decir que la obra se da en un contexto histórico muy concreto, el de la tragedia producida en el Mar Menor, con una ingente cantidad de peces muertos, y también las riadas que se produjeron por esa época en la zona. La anoxia (falta de oxígeno) a la que se refiere el título es la que tienen los miles de peces en las orillas. Una anoxia que, cómo no, se puede leer en clave metafórica en su relación con el personaje principal de esta novela. El libro, así, de un modo tangencial nos habla de las tragedias ambientales, tan recurrentes en nuestros tiempos.

      Asistimos también al despertar sexual de Dolores después de diez años de la muerte del marido. Conoce a un guaperas que le presenta su amiga una noche que sale y al que le unirá su interés por la fotografía mortuoria. Pero la relación le saldrá rana. Pues el interés de Alfonso que así se llama el personaje, será espurio, tanto en lo que se refiere a ella como en lo referente a la fotografía.

    Nos centramos en el personaje de Clemente Arlés, el más literario, fuente de continuo misterio, pues por momentos la novela no deja de ser una investigación de Dolores sobre Clemente. Y esta bien de modo casual, bien buscado, va descubriendo realidades que complejizan al personaje y lo dotan de ambigüedad moral. El viejo elegante y cascado tiene secretos y asuntos sin resolver. La mala relación con el hijo, con el que no se habla está relacionada con la fotografía de los inquietos. Estos inquietos son el punto morboso de la novela y su incidencia en la misma será muy importante en la evolución de la relación entre Dolores y Clemente.

     Por último, la novela trasciende el dolor en el que nos vemos inmersos y el duelo interno, cargado de culpa de Dolores, se ve mitigado poco a poco con el progresivo perdón que la protagonista se hace a sí misma.     

    Y por mi parte nada más que decir, saludos del Criticón Lector.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

"LA LLAMADA DE LO SALVAJE". JACK LONDON

     Clásico de aventuras que pese al tiempo no pasa de moda, esta novela de Jack London nos introduce de lleno en las vicisitudes de Buck, un perro mezcla de San Bernardo y Pastor escocés, que en un peregrinar de sufrimiento y aprendizaje desde las civilizadas tierras del sur al salvaje oeste arriba al origen, a la vida salvaje de la que proceden los perros. Y es que desde muy pronto Buck siente esa llamada en su interior, una llamada en forma de sueños, onírica y muy bien narrada teniendo en cuenta que el punto de vista se coloca en el animal.

     Es una novela que se lee muy fácil, sin restar un ápice a la calidad literaria, con pasajes de acción muy bien tratada, con escenas descriptivas de gran belleza y que, en definitiva, nos acerca al contexto descrito con precisión de orfebre. Pese a lo que pueda parecer en una novela sin grandes pretensiones su característica principal es cómo logra meternos de lleno en las duras tierras y en los sacrificios constantes y prolongados de los sufridos perros.

    El itinerario vital de Buck viene conformado por el conjunto de dueños que tiene hasta alcanzar la libertad. Así, pasa de la vida confortable y comodona en las zonas del sur con un juez a la vida dura y fatigosa como perro de trineos para correos postales, secuestrado y enseñado a obedecer a los hombres con palos. Buck aprende rápido y acaba disfrutando la vida energética de tirador de trineos, entrando de lleno en la lucha por el liderazgo de la jauría. Tras terminar su trabajo con los correos postales es adquirido por unos ignorantes buscadores de oro que desconocen por completo las reglas de la vida en el norte, inexpertos y temerarios, Buck se salva del hambre y los palos gracias a la ayuda de Thorton, el único dueño por el que sentirá verdadero amor, un amor lleno de pasión. Tras perder a Thorton, Buck se siente libre de los escasos hilos que le unen al mundo civilizado de los hombres y acude al mundo salvaje, convertido en un líder de una manada de lobos.

    Se han hecho películas de este libro y realmente suavizan la dura vida de Buck y de los perros en estas latitudes y estos tiempos de buscadores de oro.

    En conclusión, un gran libro, muy recomendable y que se lee de manera muy agradable pese a que a veces sientas dolor en las piernas y frío en los tuétanos. 

Saludos cordiales. El Criticón Lector.

jueves, 14 de diciembre de 2023

" UNA VOZ EN LA NOCHE". ANDREA CAMILLERI

     Una nueva novela del comisario Montalbano del gran Andrea Camilleri en la que sabemos que nos vamos a encontrar el mismo molde y, por supuesto, igual entretenimiento. Tenemos el contingente habitual de personajes con relaciones idénticas y una trama de investigación con mucho diálogo y acción.

    En este caso la trama nos introduce de lleno en el mundo de la mafia local mezclada con la corrupción política. Montalbano investiga un caso que se fracciona en dos una vez que se sigue adelante con él. De un robo a un supermercado con suicidio posterior (suicidio que tendrá su evolución en la consideración del mismo) se pasa a una muerte violenta de una joven ennoviada con el hijo de un político.

    Camilleri, como siempre, riega su historia con altas dosis de humor. Siempre es un gusto leer las conversaciones de Montalbano con Catarella, siempre basadas en equívocos lingüísticos o los enfados del Comisario con la matemática eficiencia del inspector Fazio. También destacan la agilidad de los diálogos entre los personajes. La solución de los casos suele ser algo básica pero no es Camilleri amigo de la complejidad o el examen pormenorizado de la sociedad.

     Observamos a un Montalbano veterano, más baqueteado, que utiliza métodos alternativos a los legales para solucionar este caso. También se atisban problemas con Livia, su pareja, pues hay una cierta lejanía en sus conversaciones y algo de hartazgo.

   En definitiva, nos encontramos con una novela muy fácil de leer, sin grandes complicaciones a la que se acude siempre como se acude en las comidas a la cocacola o el vino de la casa.

Y nada más. Saludos del Criticón Lector.

    

lunes, 4 de diciembre de 2023

"LA DESCONOCIDA". ROSA MONTERO Y OLIVIER TRUC

     Colaboración entre dos grandes autores de la novela policiaca  en la que mano a mano escriben una novela clásica de género. Realmente lo que hacen es escribir un capítulo cada uno en sucesión. La colaboración entre escritores se manifiesta igualmente entre los protagonistas de la novela un policía francés y una española, a pesar de la desconfianza de ambos. Al ser una novela de reducidas dimensiones y claramente concebida como experimento o artefacto de divertimento y consumo rápido, los personajes no están especialmente desarrollados y la trama es, y esto es desde luego mi impresión, bastante previsible.

    En general, el argumento nos transporta a una trama relacionada con las mafias y redes de proxenetismo y la trata de blancas. El misterio envuelve a la chica que se convierte en el centro de la investigación, que ha sido encontrada en el puerto de Barcelona, sola y encerrada en un contenedor y que se despierta amnésica pero con extrañas dotes de supervivencia. El personaje de la chica recuerda a muchos que hemos visto en cine.

   En fin, una lectura amena sobre asuntos turbios y narrada al estilo clásico de este tipo de composiciones. No tiene mucho más que contar. 

    Saludos del Criticón Lector.

viernes, 1 de diciembre de 2023

"HIJOS DEL FÚTBOL". GALDER REGUERA

     Llegó a mis manos este libro por pura casualidad y por interés en el título, pues fútbol y literatura son dos de mis grandes intereses. Vi el título en una biblioteca y sin saber nada de libro o autor lo pedí prestado. Y lo cierto es que fue una extraordinaria decisión. Galder Reguera, autor vinculado al Athletic Club de Bilbao en su Fundación, nos escribe una obra difícil de clasificar, pero que se acerca sin duda a la nueva moda de literatura de autoficción  o literatura de memorias. Un ensayo dotado de una sensibilidad extrema y en el que el fútbol se convierte en la excusa para hablar de la vida y de las pasiones vitales.

    Y es que si algo hay que destacar del libro es la sensibilidad con que se nos muestran las relaciones familiares a través del hilo conductor que supone el fútbol. Cómo este pasa de abuelos a nietos y de padres a hijos y los lazos que se crean en función de esa afición o querencia. Las partes del texto en que se reflejan los miedos con respecto al hijo relacionados con sus propias decepciones son el reflejo sutil de lo que los padres muy a menudo sentimos con nuestros hijos. En este sentido, el libro es una oda al deporte del fútbol, pero sobre todo es un canto de amor a la propia familia.

   Particularmente, me he sentido también muy identificado, y esta expresión es la que domina mi lectura del libro permanentemente, con las historias relacionadas con el fútbol de patio, el que se practica en la niñez y en la juventud y que marca una impronta en las personas de modo indeleble. La pasión en el juego de los niños es, sin duda, una de las manifestaciones de la felicidad más vívidas que he sentido. Y Galder Reguera lo muestra con claridad y lucidez.

    El libro, además, está salpicado de numerosas anécdotas vivenciales de todos tipo, de reflexiones de interés y de citas a autores y personajes de proyección de las que se pueden sacar enseñanzas y conclusiones de calado que tienen que ver más con la vida que con el fútbol. 

    Para terminar os dejo con el párrafo en el que se nos dirige al título del libro:

"Los sentimientos que tenemos hacia el balón, todos nosotros, son ambivalentes. Como todo amor, no está exento de momentos de profundo amor y desprecio. Porque lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia. Quienes amamos el fútbol sabemos que, en el fondo, nos domina nuestra pasión. Podemos rebelarnos, pero al final del día volvemos al balón como al calor de la madre. Somos hijos del fútbol".

Un saludo. El Criticón Lector. 


miércoles, 22 de noviembre de 2023

"PERROS AHORCADOS". JOSÉ MARÍA VAZ DE SOTO

     Llevaba tiempo con ganas de leer a José María Vaz de Soto, pues se trata de un autor que es recurrente en los manuales de literatura española que abordan la creación a finales del siglo XX, especialmente sus obras realizadas en los años 70. Llegó a mis manos este libro y sin dilación me puse a leerlo. Lo cierto es que anticipo que sin parecerme una novela malograda, sí que me he tenido la sensación de que se trata de una novela menor o de escaso vuelo.

    La trama se centra en la investigación de un antiguo jefe de policía y un amigo profesor al que embauca para ayudarle y cuenta la historia en primera persona sobre un suicidio en la zona del Andévalo de Huelva del que se tienen sospechas por parte de la familia. Una especie de Holmes y Watson rurales que demuestran inteligencia y mucho amor al arte, pues la investigación está realizada por hacer un favor particular.

    En la novela destaca la forma de descubrir las incoherencias de los discursos de cada uno de los sospechosos pues conforme avanza la trama la idea del suicidio va perdiendo fuerza en favor de un posible homicidio. El diálogo es lo más logrado de la novela, un diálogo fluido, rápido e inteligente con algunas menciones a la realidad del momento histórico concreto de los protagonistas de escaso interés, todo hay que decirlo. Quizá algunas reflexiones de índole filosófica diseminadas en las interacciones sí que tienen algo de más trascendencia. Desde luego, estructuralmente el diálogo se convierte en la base del texto y es, sin duda, el procedimiento elegido para el avance del relato, como suele serlo, por otra parte, en muchas novelas policiacas.

   En cuanto a las reflexiones de índole filosófico casi siempre tienen que ver con la muerte o, mejor dicho, la forma de morir. Con un debate expreso sobre la eutanasia, que se convierte en piedra angular de la novela.

    En la novela la investigación lleva a una segunda trama que de un modo un tanto simplista habla de la homosexualidad y la dificultad de aceptación de la misma en las relaciones paterno-filiales. Con otro suicidio de por medio, por cierto.

     En definitiva, la obra se me queda corta como novela de investigación o policiaca, apunta a temas de calado pero yerra o se queda corta en su disparo, y aunque tiene diálogos curiosos y los personajes, sobre todo el antiguo inspector, tienen una buena caracterización lo cierto es que al finalizar la lectura me deja muy frío.

Y, por mi parte, nada más que decir. El Criticón Lector.

lunes, 20 de noviembre de 2023

"UNA HISTORIA RIDÍCULA". LUIS LANDERO

    De nuevo vuelvo a Landero, a su prosa cervantina y golosa, a sus mundos tragicómicos, a sus personajes entre humanos y ridículos que son trasladados por el autor con un halo compasivo y benevolente. Esta historia es ridícula, claro, el mismo título  nos lo avisa. Pero muy humana y con mucho poso. En ese sentido, en este libro Landero es más Landero que nunca. La novela nos cuenta la historia tragicómica contada en primera persona de un personaje locuaz y muy especial en torno al amor loco y de consecuencias catastróficas que siente al conocer a Pepita y cómo sus relaciones y su mundo todo da un vuelco.

     El personaje, Marcial, es un loco-cuerdo o un cuerdo-loco con opiniones y reflexiones interesantísimas que, aunque a veces pueden parecer boutades intelectuales o neuróticas, tienen un fondo de verdad que pone al lector en jaque y en muchas ocasiones frente a un espejo deformante. En este sentido el relato se ve continuamente cortado por sus digresiones. Aunque como Marcial repite machaconamente "él nunca habla en vano". El personaje tiene además comportamientos obsesivos y muy ridículos que proporcionan humor recurrente y entretenimiento seguro. Sus actos están preñados de verdadero rencor social y un indiscutible clasismo y sensación de superioridad moral que desde luego no nos creemos y esconde un corazón acomplejado y neuroasténico. En su discurso variopinto vemos perlas, sobre todos sus reflexiones sobre el amor y los tipos sociales. Y en su complejo a veces, tristemente, nos vemos reflejados. Pues de un modo instintivo Marcial se sabe inferior ya que por rango social y educativo está en un nivel por debajo a su amada Pepita. Por cierto, las interacciones con Pepita son de lo más gracioso del libro. La discordancia entre personas, la triste búsqueda de afecto y aprobación y la lejanía entre lo pensado y lo realmente ocurrido reflejan en clave humorística una doble, a veces hasta triple por la evolución del pensamiento de Marcial, capa de lectura al texto.

     La novela desde el principio se nos muestra como un caso claro de justificación personal ante el acontecimiento final de deshonra. Un encuentro con la novela picaresca primigenia, el Lazarillo de Tormes, que ya habíamos visto anteriormente en Landero. Ese acontecimiento final es apoteósico y, cómo no, un despropósito de dimensiones épicas. Un esperpento de escena contado con el humor habitual de Landero.

    En definitiva, una obra muy divertida, con momentos digresivos de gran altura en el que te introducen perlas en el discurso extravagante del protagonista, con la prosa ya reconocida de un Landero que se gusta y se autorreferencia y en el que nos mete de lleno en la cabeza de uno de esos personajes tan suyos, hilarante, ridículo, estrambótico y fabulador.