Premio Alfaguara de Novela 2013, este libro nos traslada a la vida de Samuel, que en primera persona nos cuenta cómo una llamada de teléfono cambia su existencia y, sobre todo, nos introduce en su particular visión del mundo. Una óptica llena de matices, algo perpleja ante lo que él es y no siempre correcta.
La mayor fuente de originalidad del libro es la sutil relación e imbricación de la realidad y la ficción o mentira que el protagonista va forjando. Samuel, en un acto visceral y con un deje de rebeldía, decide acudir al tanatorio ante la noticia de la muerte de la desconocida Clara. A partir de aquí Samuel inventa una relación con Clara en la que la receptora principal del cuento es la hermana de la fallecida, Carina. La recreación de Clara entre datos reales y falsos, el amor impostado, que a veces se convierte en un deseo de lo no poseído, y el amor fraternal que busca lo desconocido en el misterio que era para la hermana mayor la hermana menor unen a Samuel y Carina de una extraña forma. Mientras vamos descubriendo quién es Clara, asistimos a la intensidad de una relación imposible. Una novela de amor, con la particularidad de que una de las partes es un fantasma, una fotografía en blanco y negro, o quizá mejor una relación triangular con final desconocido y siempre bajo la tensión de saber si Samuel será descubierto en su impostura.
Por otro lado, la personalidad y el flujo mental de ideas y opiniones nos enseñan un perfil complejo y realista, a veces antipático y algo incorrecto, a veces sensible y, siempre, inteligente. Samuel es un hombre pragmático, que se ve abocado a una aventura emocional fruto de su mentira. Es un hombre con pasado en el que la palabra amor no cabe, es innombrable. Un hombre que piensa antes en los finales que en las propias relaciones, con "un gusto morboso por lo que se desmorona". Un hombre adaptado a la soledad, tan característica de nuestro tiempo, con relaciones de amistad poco profundas, que disfruta de Madrid desde su terraza, asomado a ese mar lúgubre y bello que son los tejados de una ciudad.
La novela peca de excesivo ensimismamiento y de cierto aire repetitivo y muchos de los personajes que rodean a Samuel están solo levemente esbozados pese a tener interés como personajes; nos quedamos con el deseo de saber algo más sobre ellos y la verdad, no sé si esto me parece un defecto o una virtud.
De forma adyacente, se ve en la novela una mirada crítica a la vida socioeconómica del país, a los efectos de la crisis, a las difíciles relaciones laborales y a la complicación que supone levantar una empresa del mundo de la construcción hoy día.
Un saludo afectuoso de El Criticón Lector.
jueves, 24 de abril de 2014
sábado, 22 de marzo de 2014
"LA CIVILIZACIÓN DEL ESPECTÁCULO". MARIO VARGAS LLOSA
Mario Vargas Llosa es probablemente mi narrador favorito. Aquí lo vemos como ensayista. Este libro es un ensayo de divulgación, nada técnico, en el que se analiza el papel de la cultura en la sociedad de nuestro tiempo, la sociedad en la que lo audiovisual y cibernético están dejando atrás una forma de cultura en la que el libro y, todo lo que el mismo conlleva, era la materia nutriente de la misma. La tesis del libro es clara, la cultura, tal y como veníamos conociendo hasta ahora, está desapareciendo.
En efecto, y rememorando a Marshall MacLuhan, para el autor peruano la cultura se está banalizando de tal manera por la influencia de los medios en los que se materializa (la televisión, internet, los best-sellers) que ha perdido la naturaleza que la caracterizaba. El concepto de cultura se ha extendido tanto (basta ver la sección de cultura en un periódico) que a fuerza de crecer se ha trivializado.
Pero he aquí el problema, Vargas Llosa trata de no juzgar esta situación, aunque lo hace de modo indirecto, esta cultura se basa en la entronización del espectáculo, el entretenimiento y la evasión. La idea de esfuerzo para adquirir cultura desaparece, todos podemos acceder a la cultura, es la democratización de la misma el logro de mundo contemporáneo: la utopía del mundo ilustrado. Ello conlleva que la cultura de la élite intelectual está perdida, diluida en este maremágnum de "culturas". Desaparece, por tanto, la Cultura con mayúscula. El mundo es para los especialistas, no para los intelectuales que eran el pegamento, que ungía de valores y poso ideológico los avances de la sociedad.
En cuanto al erotismo pone como ejemplo el famoso libro "La vida sexual de Catherine M." de Catherine Millet. En este se observa una visión del sexo fría, basada más en la cantidad que en la calidad. El erotismo de algún modo es como logro humano una fuente de civilización, una forma de cultura disociada de lo puramente animal, de la monotonía primaria del acto sexual en sí mismo. El erotismo está siendo conquistado por la pornografía, la zafiedad frente a la ceremonia y el rito.
Vargas Llosa pone en valor lo trascendente, lo espiritual y lo religioso principalmente en el ámbito privado, y lo disocia del ámbito público, donde sin ocultar sus aspectos positivos, piensa que los valores democráticos y el laicismo deben estar por encima y subyugar el ramalazo dogmático que todas las religiones tienen.
Por último, en relación con el arte solo hace falta ir a una galería o una muestra de arte moderno para entender lo que nos dice Vargas Llosa, la sensación de que estamos siendo engañados.
En conclusión, un libro en el que comparto la mayoría de las ideas que plasma, pero que no alcanza a llenarme como el Vargas Llosa narrador, en el que su oficio y su valor crítico es superior y más denso. Un saludo de el Criticón Lector.
En efecto, y rememorando a Marshall MacLuhan, para el autor peruano la cultura se está banalizando de tal manera por la influencia de los medios en los que se materializa (la televisión, internet, los best-sellers) que ha perdido la naturaleza que la caracterizaba. El concepto de cultura se ha extendido tanto (basta ver la sección de cultura en un periódico) que a fuerza de crecer se ha trivializado.
"La noción de cultura se extendió tanto que, aunque nadie se atrevería a reconocerlo de manera explícita, se ha esfumado. Se volvió un fantasma inaprensible, multitudinario y traslaticio..."La influencia de antropólogos, con su loable idea de valorizar todas las culturas por igual, aderezadas por la corrección política que impide jerarquizar en culturas superiores e inferiores o modernas y primitivas influyen en esta extensión de lo cultural. También los sociólogos, y cita a Batjín, han ejercido poderosa influencia al igualar la cultura popular a la alta cultura. Aquella con el encanto de lo genuino, espontáneo, frente a la consideración de refinada, artificiosa y pretenciosa de la otra. Solo hay que ver como el cine y la música actual son la manifestación más potente de lo que llamamos cultura ahora.
Pero he aquí el problema, Vargas Llosa trata de no juzgar esta situación, aunque lo hace de modo indirecto, esta cultura se basa en la entronización del espectáculo, el entretenimiento y la evasión. La idea de esfuerzo para adquirir cultura desaparece, todos podemos acceder a la cultura, es la democratización de la misma el logro de mundo contemporáneo: la utopía del mundo ilustrado. Ello conlleva que la cultura de la élite intelectual está perdida, diluida en este maremágnum de "culturas". Desaparece, por tanto, la Cultura con mayúscula. El mundo es para los especialistas, no para los intelectuales que eran el pegamento, que ungía de valores y poso ideológico los avances de la sociedad.
"El especialista ve y va lejos en su dominio particular, pero no sabe lo que ocurre a sus costados y no se distrae en averiguar los estropicios que podría causar con sus logros en otros ámbitos de la existencia, ajenos al suyo. Es un ser unidimensional..."Entre las consecuencias de la desaparición de la cultura, especie de apocalipsis de los dinosarios como Vargas Llosa (así se autodefine él mismo) está la desaparición del erotismo, la banalización de lo trascendente y el engaño sistemático en el mundo del arte.
En cuanto al erotismo pone como ejemplo el famoso libro "La vida sexual de Catherine M." de Catherine Millet. En este se observa una visión del sexo fría, basada más en la cantidad que en la calidad. El erotismo de algún modo es como logro humano una fuente de civilización, una forma de cultura disociada de lo puramente animal, de la monotonía primaria del acto sexual en sí mismo. El erotismo está siendo conquistado por la pornografía, la zafiedad frente a la ceremonia y el rito.
Vargas Llosa pone en valor lo trascendente, lo espiritual y lo religioso principalmente en el ámbito privado, y lo disocia del ámbito público, donde sin ocultar sus aspectos positivos, piensa que los valores democráticos y el laicismo deben estar por encima y subyugar el ramalazo dogmático que todas las religiones tienen.
"...una sociedad democrática, si quiere seguir siéndolo, a la vez que garantiza la libertad de culto y alienta en su seno una intensa vida religiosa, debe velar por que la iglesia - cualquier iglesia - no desborde la esfera que le corresponde, que es la de lo privado..."
Por último, en relación con el arte solo hace falta ir a una galería o una muestra de arte moderno para entender lo que nos dice Vargas Llosa, la sensación de que estamos siendo engañados.
"Un tiempo en el que el desplante y la bravata, el gesto provocador y despojado de sentido, bastan a veces, con la complicidad de las mafias que controlan el mercado del arte y los críticos o papanatas, para coronar falsos prestigios, confiriendo el estatuto de artistas a ilusionistas que ocultan su indigencia y su vacío detrás del embeleco y la supuesta insolencia..."
En conclusión, un libro en el que comparto la mayoría de las ideas que plasma, pero que no alcanza a llenarme como el Vargas Llosa narrador, en el que su oficio y su valor crítico es superior y más denso. Un saludo de el Criticón Lector.
martes, 18 de febrero de 2014
"OCÉANO MAR". ALESSANDRO BARICCO
Cuando uno lee una obra maestra se está una semana pensando y apenas es capaz de escribir sobre ella. La magnitud de lo leído te lleva a ver tu pequeña crítica como un absurdo juego en el que quieres atrapar el aire con una red. "Océano mar" será un clásico que se leerá en cien años, de ello estoy tan seguro como de que el agua del mar es salada.
Lo que empieza siendo una novela estética, en el que la palabra y su disposición es lo fundamental, acaba convirtiéndose en una sutil novela de misterio, pasando por un análisis de complejos personajes que van desde lo trágico hasta lo cómico todos vistos con un afán compasivo, en los que se incluyen aquellos que han conocido las más altas cotas del horror. Un horror oceánico, profundo como el fondo abisal de las fosas marianas. Personajes unidos por una localización, la posada Almayer, que se torna de un realismo mágico brillante, lúdico y misterioso. Cada uno de los personajes lleva consigo una historia de la que querríamos saber más, y cada uno de ellos tiene su final exclusivo, porque de todos se acuerda el autor, a todos los cuida como la delicada materia que hace mágica la novela. Elisewind y su miedo infinito, El Padre Pluche su honestidad y sus increíbles oraciones, Ann Deverià y su sensual belleza, Plasson, el pintor, que quiere encontrar el principio del mar, el cándido Bartleboom y sus cartas y el final del mar, Savigny y el horror, Adams el horror y su mirada al acecho.
Sin duda, lo que destaca de manera principal de la novela, son sus hallazgos geniales, el autor consigue sorprendernos constantemente con ideas diferentes que te levantan los ojos de la página y hace que digas en un susurro ¡vaya! y pienses unos minutos sobre lo que acabas de descubrir: un chispazo de pura creatividad, de pura genialidad.
Todo ello se acompaña con una estructura diferente, original, que se aleja levemente de los cánones tradicionales, pero no tanto como para parecer de una artificial complejidad que busca el experimento más que la comunicación con el lector.
Otro punto que llena al lector es algo ya mencionado. La novela es una fiesta de la palabra, de la metáfora, con una cadencia muy poética, que por momentos recuerda la poesía en prosa pero que no desluce la historia y conseguir eso es casi la cuadratura del círculo. Baricco es un seductor, me dijo un amigo, y lo suscribo, un seductor de la palabra que te atrapa desde la primera línea y que, con el protagonismo del mar en las vidas de estos personajes de los que hablamos arriba, te habla de temas trascendentes, a veces con humor, a veces con el sutil embrujo de la poesía.
Y en este punto llegamos al tema central del libro, el mar, el mar que todo lo ocupa y que a mí se me aparece como un símbolo de lo infinito y por ello de lo proteico. El mar como lo imposible, "decir el mar" dirá el autor como un imposible, explicar lo inefable como un místico que no puede bendecir el mar, solo intentar condensarlo en palabras. El mar. El Océano mar. El mar que siempre fascinará a quien ponga sus ojos en él.
Lo que empieza siendo una novela estética, en el que la palabra y su disposición es lo fundamental, acaba convirtiéndose en una sutil novela de misterio, pasando por un análisis de complejos personajes que van desde lo trágico hasta lo cómico todos vistos con un afán compasivo, en los que se incluyen aquellos que han conocido las más altas cotas del horror. Un horror oceánico, profundo como el fondo abisal de las fosas marianas. Personajes unidos por una localización, la posada Almayer, que se torna de un realismo mágico brillante, lúdico y misterioso. Cada uno de los personajes lleva consigo una historia de la que querríamos saber más, y cada uno de ellos tiene su final exclusivo, porque de todos se acuerda el autor, a todos los cuida como la delicada materia que hace mágica la novela. Elisewind y su miedo infinito, El Padre Pluche su honestidad y sus increíbles oraciones, Ann Deverià y su sensual belleza, Plasson, el pintor, que quiere encontrar el principio del mar, el cándido Bartleboom y sus cartas y el final del mar, Savigny y el horror, Adams el horror y su mirada al acecho.
Sin duda, lo que destaca de manera principal de la novela, son sus hallazgos geniales, el autor consigue sorprendernos constantemente con ideas diferentes que te levantan los ojos de la página y hace que digas en un susurro ¡vaya! y pienses unos minutos sobre lo que acabas de descubrir: un chispazo de pura creatividad, de pura genialidad.
Todo ello se acompaña con una estructura diferente, original, que se aleja levemente de los cánones tradicionales, pero no tanto como para parecer de una artificial complejidad que busca el experimento más que la comunicación con el lector.
Otro punto que llena al lector es algo ya mencionado. La novela es una fiesta de la palabra, de la metáfora, con una cadencia muy poética, que por momentos recuerda la poesía en prosa pero que no desluce la historia y conseguir eso es casi la cuadratura del círculo. Baricco es un seductor, me dijo un amigo, y lo suscribo, un seductor de la palabra que te atrapa desde la primera línea y que, con el protagonismo del mar en las vidas de estos personajes de los que hablamos arriba, te habla de temas trascendentes, a veces con humor, a veces con el sutil embrujo de la poesía.
Y en este punto llegamos al tema central del libro, el mar, el mar que todo lo ocupa y que a mí se me aparece como un símbolo de lo infinito y por ello de lo proteico. El mar como lo imposible, "decir el mar" dirá el autor como un imposible, explicar lo inefable como un místico que no puede bendecir el mar, solo intentar condensarlo en palabras. El mar. El Océano mar. El mar que siempre fascinará a quien ponga sus ojos en él.
domingo, 2 de febrero de 2014
"SI TE ABRAZO, NO TENGAS MIEDO". FULVIO ERVAS
Novela que habla del viaje extraordinario de un padre y su hijo autista en un recorrido improvisado por toda América. Una novela de factura sencilla, que procura llegar a los sentimientos más profundos por momentos, pero que a veces se queda en lo meramente anecdótico. Sin lugar a dudas, los pasajes más memorables son los que hablan de la relación entre el padre y su hijo y lo compleja que es la misma, por las dificultades asociadas al autismo. Las explicaciones del padre, pues es la voz de este quien cuenta la historia, mostrando su confusión ante la incapacidad del hijo de mostrar su interior consiguen atrapar al lector. Desgraciadamente, estas son escasas y el libro se queda en un conjunto de anécdotas que apenas trascienden una simplona novela de viaje, por la ligereza de las mismas.
Nos asombra la valentía del padre, un hombre que ama a su hijo, pese a que en ocasiones muestra debilidades. Y más sabiendo que el libro está basado en experiencias reales como lo atestigua la foto del joven Andrea con la que empieza la editorial Seix Barral , en una mirada al objetivo misteriosa y triste, que no refleja la oscura presencia del autismo, al fin el verdadero protagonista del libro: esta durísima enfermedad mental y sus alrededores. La paciencia del padre ante las repeticiones y manías del adolescente, sus cuidados, sus preocupaciones diarias son un canto a la paternidad. El autismo y la falta de empatía social. El autismo y la frágil e inestable relación entre Andrea y el mundo circundante. El autismo y el sexo, en una de las partes más memorables y sutiles del libro. El autismo y un padre asustado, pero valiente.
Sin lugar a dudas, el hecho más decepcionante de la novela es lo que refiere al propio viaje. Asistimos atónitos a un río de ciudades de las cuales no nos queda imagen fija alguna, solo se nos cuentan anécdotas que en la mayoría de los casos son olvidables y pasajeras, leves esbozos sin sustancia. Salvo alguna que queda grabada por su intensidad y fuerza como la del encuentro con otro niño autista en una chabola en medio de la selva costarriqueña que vive en condiciones deplorables y que suscitan reflexiones de carácter social de calado. O las relacionadas con un personaje misterioso, la adolescente brasileña Angelica, que se siente atraída por Andrea y consigue relacionarse íntimamente con Andrea.
Centrándonos en lo que nos satisface de la novela nos parece memorable la explicación del padre de lo que viene a ser el autismo, no desde un punto de vista científico, del que se da alguna pincelada, sino desde un punto de vista humano, el de un padre que ve a un hijo debatirse entre dos mundos: el de las personas normales, terrestres los llamará Andrea en una expresión genial, y el del interior en el que se agazapa Andrea. Dos mundos separados por una línea con nombre de adolescente italiano, Andrea.
Por último, hablamos de la dependencia y de los miedos que acompañan a la misma. Las dos últimas páginas del libro, que no desvelo, por supuesto, son en este sentido de una hondura, una profundidad y una delicada crudeza por la que ha merecido esperar al final del libro. Un saludo de el Criticón Lector.
Ahí dejo el booktrailer del libro, es muy estimulante verlo tras leer el libro.
https://www.youtube.com/watch?v=4rX2YD4w-7Q
jueves, 26 de diciembre de 2013
"ME DESEÓ FELICES SUEÑOS". MASSIMO GRAMELLINI
Pequeño libro (unas doscientas páginas) de gran sencillez que cuenta la vida del propio autor, sus experiencias después de un trauma de infancia, y cómo este le marcó toda su existencia. El relato de algún modo nos habla del dolor de la pérdida y de cómo esta resulta difícil gestionarla.
La prosa empieza siendo muy simple desde la perspectiva de un niño y su inocencia. Ese niño se va convirtiendo en un inadaptado, con muestras constantes de rencor social y que rechaza su situación. El abandono es el sentimiento que más nos pretende mostrar el autor unido a la sensación del protagonista de estar tocado por la mala suerte, Todo ello mezclado con un mundo de adultos que él entiende que no lo acompaña, principalmente su tata y su padre.
El niño y el adolescente crecen y lo hacen con una clara incapacidad afectiva. Pero el libro nos muestra un camino de superación y de aceptación con sorpresa final. Pues es en la impostura donde se encontró el protagonista durante cuarenta años. La verdad será necesaria para el desarrollo personal.
Dejo un par de enunciados del libro que me han parecido intensos y manifiestan el tono del libro:
En conclusión, una novela de factura sencilla, sin alardes, con intención catártica y vocación de libro de autoayuda. Un libro que es una confesión y unas memorias, con un final interesante en cuanto a lo argumental, pero abrupto en lo relativo al cambio personal del narrador protagonista. Y nada más. Un saludo del Criticón Lector.
La prosa empieza siendo muy simple desde la perspectiva de un niño y su inocencia. Ese niño se va convirtiendo en un inadaptado, con muestras constantes de rencor social y que rechaza su situación. El abandono es el sentimiento que más nos pretende mostrar el autor unido a la sensación del protagonista de estar tocado por la mala suerte, Todo ello mezclado con un mundo de adultos que él entiende que no lo acompaña, principalmente su tata y su padre.
El niño y el adolescente crecen y lo hacen con una clara incapacidad afectiva. Pero el libro nos muestra un camino de superación y de aceptación con sorpresa final. Pues es en la impostura donde se encontró el protagonista durante cuarenta años. La verdad será necesaria para el desarrollo personal.
Dejo un par de enunciados del libro que me han parecido intensos y manifiestan el tono del libro:
"En el fondo, mi vida es la historia de los intentos que he hecho de tener los pies sobre el suelo sin dejar de alzar los ojos al cielo".
"Los si son la marca de los fracasados. En la vida uno se hace grande a pesar de".En definitiva, la historia de una vida apagada en busca constante por alcanzar la dignidad y las excusas persistentes que el protagonista se da para no conseguirlo. Una vida marcada por el miedo.
En conclusión, una novela de factura sencilla, sin alardes, con intención catártica y vocación de libro de autoayuda. Un libro que es una confesión y unas memorias, con un final interesante en cuanto a lo argumental, pero abrupto en lo relativo al cambio personal del narrador protagonista. Y nada más. Un saludo del Criticón Lector.
jueves, 12 de diciembre de 2013
"CUENTOS COMPLETOS". TRUMAN CAPOTE.
La lectura de los cuentos de Capote nos muestran una obra densa y abigarrada, con unas características muy definidas y unas cualidades artísticas preñadas en sensibilidad. Los cuentos son muchos y en conjunto suman un volumen de unas trescientas páginas. Las paredes están frías, Un visón propio, La botella de plata, Miriam, La leyenda de Preacher, Mi versión del asunto, Un árbol de noche, El halcón decapitado, Cierra la última puerta, Niños en los cumpleaños, Profesor Miseria, La ganga, Una guitarra de diamantes, Una casa de flores, Un recuerdo de Navidad, En la antesala del Paraíso, El invitado de acción de gracias, Mojave y Una Navidad son el conjunto de cuentos que escribió el autor de A sangre fría a lo largo de su compleja vida.
Vistos en su conjunto destaca el interés del autor en presentar a personajes perdidos, en muchísimos casos desequilibrados, en situaciones corrientes. Esta leve locura ( en formas variadas de esquizofrenia, neurosis, paranoia) se manifiesta siempre en contextos no propicios y en muchos casos desembocantes en la soledad. También la pobreza, no como tema principal, sino como pátina presente por la Gran Depresión en su Alabama natal, se convierte en una presencia constante en la obra. Uno de los aspectos que más me ha ganado, quizá por afinidad creativa, es el trato respetuoso y entrañable que tiene el creador con sus personajes, tocados muchos de ellos con el don de la inocencia, sobre todo conforme los cuentos van siendo publicados más tarde, es decir, en fechas en las que a Capote más le costaba escribir y ser creativo abrumado por su propia leyenda y su decrepitud personal. Aparece también en estos Cuentos Completos un gusto por lo estético en su aspecto más exterior y kitsch con párrafos descriptivos relacionados siempre con la vestimenta y la decoración.
No voy a analizar todos porque sería tedioso pero sí aportaré unas palabras para aquellos que más me impactaron:
- La botella de plata en donde la pobreza y la inocencia se ven recompensadas e, incluso, mitificadas.
- La leyenda de Preacher, en donde un viejo pobre, negro y analfabeto confunde la realidad con la ficción. Su inocencia, su credulidad y su fuerza arraigada en valores religiosos es de una ternura doliente.
- El halcón decapitado, un cuento largo que habla de las relaciones imposibles pese al amor, pues la locura todo lo engulle, pese a su poder de atracción.
- Profesor Miseria, en el que el solo título ya es sugerente, y la idea del texto es poderosísima, hablamos de un ladrón de sueños. Es un cuento que se sale algo del tenor de los demás, pero ahonda en la sugerencia, en el lirismo y en un ambiente onírico perturbador.
- Una guitarra de diamantes, probablemente el que más me ha gustado, con alma de clásico, muy cinematografico. Donde tienen cabida la cárcel, la soledad, la vejez, la falta de ilusión, el abandono, la deslealtad. Un personaje desgarrado con un poso de humanidad que llega directo al corazón.
- Un recuerdo de Navidad, un cuento de Navidad tamizado con la memoria de la amistad. Pleno de ternura.
- Mojave, en donde hay un potente ejercicio de estilo, con narración dentro de narracion, donde acechan y se estudian los problemas matrimoniales en matrimonios que se asientan en débiles artificios. Evocador, fantástico, con personajes poderosos rebosantes de debilidades, en una sociedad de las clases altas superficial y raquítica en lo que se refiere a las defensas en el terreno anímico y sentimental.
Cito en relación a la inocencia de la que hemos hablado, un texto revelador con un colofón metafórico inmejorable : " ...Empecé a compadecerme de mí mismo, a comprender lo que significa estar desamparado y a entender por qué es bueno que los budistas envíen a mendigar a los monjes jóvenes. Es purificante. Elimina la última capa de grasa infantil".
Vistos en su conjunto destaca el interés del autor en presentar a personajes perdidos, en muchísimos casos desequilibrados, en situaciones corrientes. Esta leve locura ( en formas variadas de esquizofrenia, neurosis, paranoia) se manifiesta siempre en contextos no propicios y en muchos casos desembocantes en la soledad. También la pobreza, no como tema principal, sino como pátina presente por la Gran Depresión en su Alabama natal, se convierte en una presencia constante en la obra. Uno de los aspectos que más me ha ganado, quizá por afinidad creativa, es el trato respetuoso y entrañable que tiene el creador con sus personajes, tocados muchos de ellos con el don de la inocencia, sobre todo conforme los cuentos van siendo publicados más tarde, es decir, en fechas en las que a Capote más le costaba escribir y ser creativo abrumado por su propia leyenda y su decrepitud personal. Aparece también en estos Cuentos Completos un gusto por lo estético en su aspecto más exterior y kitsch con párrafos descriptivos relacionados siempre con la vestimenta y la decoración.
No voy a analizar todos porque sería tedioso pero sí aportaré unas palabras para aquellos que más me impactaron:
- La botella de plata en donde la pobreza y la inocencia se ven recompensadas e, incluso, mitificadas.
- La leyenda de Preacher, en donde un viejo pobre, negro y analfabeto confunde la realidad con la ficción. Su inocencia, su credulidad y su fuerza arraigada en valores religiosos es de una ternura doliente.
- El halcón decapitado, un cuento largo que habla de las relaciones imposibles pese al amor, pues la locura todo lo engulle, pese a su poder de atracción.
- Profesor Miseria, en el que el solo título ya es sugerente, y la idea del texto es poderosísima, hablamos de un ladrón de sueños. Es un cuento que se sale algo del tenor de los demás, pero ahonda en la sugerencia, en el lirismo y en un ambiente onírico perturbador.
- Una guitarra de diamantes, probablemente el que más me ha gustado, con alma de clásico, muy cinematografico. Donde tienen cabida la cárcel, la soledad, la vejez, la falta de ilusión, el abandono, la deslealtad. Un personaje desgarrado con un poso de humanidad que llega directo al corazón.
- Un recuerdo de Navidad, un cuento de Navidad tamizado con la memoria de la amistad. Pleno de ternura.
- Mojave, en donde hay un potente ejercicio de estilo, con narración dentro de narracion, donde acechan y se estudian los problemas matrimoniales en matrimonios que se asientan en débiles artificios. Evocador, fantástico, con personajes poderosos rebosantes de debilidades, en una sociedad de las clases altas superficial y raquítica en lo que se refiere a las defensas en el terreno anímico y sentimental.
Cito en relación a la inocencia de la que hemos hablado, un texto revelador con un colofón metafórico inmejorable : " ...Empecé a compadecerme de mí mismo, a comprender lo que significa estar desamparado y a entender por qué es bueno que los budistas envíen a mendigar a los monjes jóvenes. Es purificante. Elimina la última capa de grasa infantil".
martes, 10 de diciembre de 2013
"EL EXAMEN". MARCOS GUALDA
"Un delirio entre sintáctico y galáctico". Con esta incierta definición me dedicó el autor este libro extraño que ahonda en lo absurdo en un futuro apocalíptico, la posposcrisis. Gualda nos introduce de lleno en un mundo en el que lo sexual, y lo que se ha dado en llamar la cuestión de género, es a veces perturbador y otras devastador, por lo deshumanizante. Un hombre, Cacuito Trocho, en un via crucis muy personal, y que en ocasiones tiene concomitancias con el de Jesucristo, aunque con intención desacralizadora, paródica y a modo de farsa. El autor se burla de todo, de la religión, de la burocracia, del sexo y de la propia muerte ( no en vano uno de los momentos más desopilantes es el ascenso, cual Sísifo desnudo y con máscara de gas, en el que a mitad de camino observa en primera persona los que es una prueba de la aniquilación de lo masculino). Uno transita por la novela sin saber bien si está ante una broma de mal gusto o la realidad que observa trasciende la mera caricatura. A decir verdad creo que el autor es un poco cachondo y hace ambas cosas, pretende jugar con el lector a que participe. Tal y como está haciendo en la página web del mismo libro y con sus presentaciones-perfomance, abiertas a provocar en el espectador-lector un zarandeo, a veces desde el desagrado.
Obviamente, lo escatológico y lo abiertamente sexual aparece delimitado como uno de los centros de la novela. El sexo visto por un macho en un mundo dominado - tiranizado, más bien - por las mujeres, aquí Elena Valquemado, La Superioridad, se convierte en un personaje aterrador y acechante. En este ambiente lascivo, carnavalesco, perturbador, lo onírico también tiene su importancia. Los sueños del protagonista son una parte más del delirium tremens que por momentos es la novela. Un pasaje bello es aquel en el que plantea cómo los sueños lo acompañan al estar despierto, y claro, cuando el sueño es orgásmico, ya pueden imaginar. Sin embargo, Gualda se reserva su derecho a la ternura por momentos, pues tras la pus y las lombrices salidas del culo toda la novela es un acto de amor, un intento desesperado por conseguir a su hija, su custodia, su presencia. Se perciben cuentas pendientes en la biografía del autor.
A mi juicio, lo mejorable del libro es la elección de los nombres de algunos personajes, el propio protagonista Cacuito Trocho, Moco entero, Medio moco. También la estructura y cohesión de la novela deja que desear, pues por momentos nos encontramos ante un deslavazado conjunto de escenas en la vida de Cacuito. Probablemente, esta desintegración es querida por el autor, como un signo más de la decadencia y desestructuración del futuro propuesto y de la vida del protagonista. Protagonista que es un extraño alter ego de Gualda, a juzgar por la cuidada portada del libro, de la joven editorial onubense Niebla.
Obviamente, lo escatológico y lo abiertamente sexual aparece delimitado como uno de los centros de la novela. El sexo visto por un macho en un mundo dominado - tiranizado, más bien - por las mujeres, aquí Elena Valquemado, La Superioridad, se convierte en un personaje aterrador y acechante. En este ambiente lascivo, carnavalesco, perturbador, lo onírico también tiene su importancia. Los sueños del protagonista son una parte más del delirium tremens que por momentos es la novela. Un pasaje bello es aquel en el que plantea cómo los sueños lo acompañan al estar despierto, y claro, cuando el sueño es orgásmico, ya pueden imaginar. Sin embargo, Gualda se reserva su derecho a la ternura por momentos, pues tras la pus y las lombrices salidas del culo toda la novela es un acto de amor, un intento desesperado por conseguir a su hija, su custodia, su presencia. Se perciben cuentas pendientes en la biografía del autor.
A mi juicio, lo mejorable del libro es la elección de los nombres de algunos personajes, el propio protagonista Cacuito Trocho, Moco entero, Medio moco. También la estructura y cohesión de la novela deja que desear, pues por momentos nos encontramos ante un deslavazado conjunto de escenas en la vida de Cacuito. Probablemente, esta desintegración es querida por el autor, como un signo más de la decadencia y desestructuración del futuro propuesto y de la vida del protagonista. Protagonista que es un extraño alter ego de Gualda, a juzgar por la cuidada portada del libro, de la joven editorial onubense Niebla.
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