miércoles, 30 de marzo de 2022

"OBRA MAESTRA". JUAN TALLÓN

       "Obra maestra" no es una obra maestra y perdonen el facilón juego de palabras. Pero es una extraordinaria novela, original, finísima, dotada de grandes cualidades tanto formales como de contenido. Por lo pronto, es un libro que mezcla- juega podríamos también decir-  realidad y ficción  y coloca como clave de bóveda temática la desaparición de la obra artística de, ¡agárrense!, alrededor de 38 toneladas realizada por el escultor Richard Serra y cuyo nombre engolado es "Equal-Parabellum Guernica-Bengasi". La institución que tiene el honor de haber perdido semejante mamotreto de obra fue el museo Reina Sofía mientras estaba custodiada por la empresa contratada al efecto Macarrón S.A. Empresa que por falta de pagos de la propia Administración, entiéndase la ironía, se vio obligada a declararse insolvente y desaparecer. 

     Lo que viene a ser un presupuesto entre dramático, esperpéntico y vergonzante se convierte en el leit motiv de una obra que se estructura en un conjunto de declaraciones en donde se analiza la extraña y rocambolesca desaparición y, al mismo tiempo, se hace una aproximación al mundo del arte moderno en general y el de Richard Serra en particular. El perspectivismo resultante en forma de caleidoscopio dota a la obra de complejidad e interés ya que esta polifonía muestra ramificaciones diferenciadas, desde las propias de la investigación policial, en donde no se ahorran especulaciones de todo tipo sobre el destino de la obra, hasta la complicada gestación del libro alrededor de la casi inaccesible burocracia judicial. Entre medias se observan lúcidos comentarios sobre el propio hecho artístico, sobre la escultura e incluso la voz de Richard Serra  nos aclara su propia concepción del arte - un arte en el que la idea es lo preponderante por delante del concepto de belleza - del que no se niega su naturaleza polémica y que, en numerosas ocasiones, carece de un entusiasmo generalizado, cuando no ha sido ampliamente reprobado, como en su famosa obra "Tilted Arc", que fue retirada de su ubicación original en la ciudad de Nueva York, con el consiguiente enfado del autor, que siempre ha entendido sus obras como partes de un contexto determinado necesario.

     Cuestión no baladí es la reflexión sobre la relación copia/original en la que ambas son perfectamente intercambiables en los espacios expuestos. Es la idea y el complejo proceso de creación en sí mismo lo que convierte a las moles de acero, y toda la obra de Serra por extensión, en arte. Lo que nos lleva a esa concepción posmoderna del arte y a una visión casi industrial del mismo.

     Por otro lado, es curioso como lo narrativo, lo que viene a ser el fondo propio de lo que es pura trama, no está en absoluto desarrollado dada la propia estructura fragmentaria de la obra. Y precisamente eso es uno de los logros del libro, que sea capaz de mantener el interés del lector sin apenas argumento.

    En conclusión, me atrevo a decir que estamos ante un gran libro publicado en Anagrama en España. Se trata de un autor a seguir: su originalidad, su estilo preciso e irónico y, sobre todo, su valentía hacen que tenga curiosidad por alguna de sus obras anteriores, como la también editada por Anagrama Rewind, y, cómo no, por sus futuras creaciones.

      Y,  por mi parte, nada más, Un saludo del Criticón Lector.


jueves, 3 de marzo de 2022

"KIM" RUDYARD KIPLING

     Del premio Nobel Rudyard Kipling había leído su poesía y realmente he quedado deslumbrado con este libro de aventuras, de lectura para todos los públicos, que nos cuenta la peripecia vital del joven huérfano Kim. El libro narra el desarrollo,  en cuanto a evolución y crecimiento tiene,  de un niño irlandés que se cría como hindú. Su desparpajo, sus conocimientos de la vida en las calles de la populosa Lahore, hacen que se le llame el amigo de todo el mundo, y ese sobrenombre de algún modo define su forma de estar y pasear por el mundo. Su carácter afable y cercano, no exento de personalidad no lo abandonará en ninguno de sus movimientos. A ello se le unirá una formación inglesa en el colegio más prestigioso de la India, transformando al niño Kim en una personalidad desdoblada, sahib (blanco) e hindú al mismo tiempo.

     Las aventuras de Kim se inician al decidir acompañar a un lama rojo que se encuentra en Lahore y que solicita su ayuda pues está buscando el río que Sidhartta hizo manar con su flecha y acabará por transformarlo de un modo místico. En su compañía se verá envuelto en el juego del espionaje en el que se convertirá, de un modo casual al principio, en una pieza muy valiosa. El acceso a este mundo se lo dará el comerciante afgano de caballos Mahtub, que trabaja para los ingleses como confidente y agente encubierto y conoce a Kim por haberle dado trabajillos sin importancia. Por este camino conocerá a coroneles, a un babú bengalí que reniega de su valentía, pero que hace cosas que no se atrevería casi nadie y a agentes extranjeros por las montañas del Tibet. 

     Pero del libro, que es una verdadera joya, destacaría dos puntos principales. En primer lugar, la relación de Kim con el lama; el huérfano se convierte en el chela (aprendiz) del lama y el amor, la corriente de afecto, y la lealtad que se profesan es de una belleza sin igual. Un afecto transido de pureza como corresponde a las enseñanzas  propias de la filosofía/religiosidad tibetana. Sus diálogos, ora profundos, ora simpáticos o irónicos se nutren de contrarios en los que en ocasiones la personalidad avispada de Kim se contrapone a la inocencia del lama, o en otras la sabiduría del lama se eleva sobre la inexperiencia del joven. En segundo lugar, destaco la increíble simpatía con la que el narrador nos muestra las costumbres y los paisajes indios. Una visión desprejuiciada de lo oriental, nada prepotente, como podría esperarse de un británico de su tiempo.

     En definitiva, nos encontramos ante un libro escrito en 1901 muy vivo, entretenido, profundo, variado, que divierte y enseña, y que maneja los códigos de las emociones de un modo magistral. No solo Kim y el lama están bien desarrollados, sino que en el camino, en la búsqueda, van apareciendo numerosos personajes y todos ellos son complejos, vívidos y destacables. Con lo dicho que estamos planteando, pues simplemente que estamos hablando de una obra maestra en mayúsculas.

     Merece la pena acompañar a Kim en su viaje. No se arrepentirán. Un saludo del Criticón Lector.