Seix Barral publica esta novela que ha sido todo un éxito en Alemania. Y la verdad es que no es de extrañar. Se trata de un análisis complejo de la impostura en un personaje, que además de escritor falsario presenta un pasado oculto. La novela muestra la investigación policial que se deriva de los actuaciones de este personaje. Un juego de azares relacionado con la inteligencia intuitiva del personaje nos crea la tensión sobre si será o no descubierto.
Es una narración amenísima, que se lee de un tirón, en donde se nota la mano de un conocedor de las técnicas narrativas cinematográficas, no en vano, el autor es guionista de series de televisión, género en alza en la actualidad, si de valores culturales hablamos. La sencillez expresiva no quita que haya reflexiones de calado y una sutil estructura en la que en todo momento pasa algo.
Destaca en la novela el retrato del protagonista, sobre el que gira toda la trama. Embaucador y atractivo, capaz de lo peor y de lo mejor. Su escala moral es difusa y generalmente guiada por un egoísmo profundo. De hecho, en su filosofía de vida el bien es una anomalía; la bondad, desde una perspectiva de las consecuencias que conlleva, generalmente negativas, es un elemento perturbador y extraño. La normalidad está ligada al mal. El personaje utiliza argumentos torticeros para favorecer su egoísmo natural. Solo al final Hayden, que así se llama el protagonista, demuestra debilidad. Su pasado y su mujer forman el meollo del dolor.
Este personaje se encuentra rodeado por mujeres, fundamentales para el desarrollo de la historia: su mujer y dos amantes sucesivas en el tiempo. Sus decisiones con respecto a ellas, meditadas o desgraciadamente casuales, nos generan la entretenida novela de este autor alemán al que habrá que estar muy atento. Un saludo del Criticón Lector.
No hay comentarios:
Publicar un comentario