Cernuda en esta obra es más cernudiano que nunca. Me explico. En este poemario el poeta muestra todo el conjunto de cualidades y atributos que desde escolares nos han enseñado de él. Su cercanía con el surrealismo, ese surrealismo de baja intensidad, que nos colma los poemas con imágenes oníricas y visionarias, a las que guía un sentido no especialmente complejo de vislumbrar. Se nos ofrece Cernuda también embriagado de hiperestesia, anegado de ese exceso de sensibilidad que siempre ha sido una de las características que más ha atraído del poeta. Y, por supuesto, la sensualidad vista desde un prisma de lo prohibido, como el mismo título indica. Una sensualidad repleta de esbeltos adolescentes y cuerpos juveniles que en el imaginario del poeta son la imagen principal de la Belleza. Pero, sobre todas las cosas se muestra al gran poeta del amor maldito e imposible, al gran poeta del amor henchido de deseo frustrado como muestran estos trágicos versos:
"...Tú nada sabes de ello,Es este conjunto de poemas además en el que el poeta proyecta su rebeldía ante las convenciones morales de la época que cercenan su ansia de posesión de la belleza y le impiden su plena satisfacción y es aquí donde entra a escena otra de los consabidos tópicos sobre la obra y la vida de Cernuda, la influencia que tuvo su homosexualidad en su obra, pues es aquí donde con más claridad nos la muestra. Pero siempre me pareció injusto que de Cernuda lo primero que se estudiara fuera su condición sexual, desde la primera vez que lo leí en mis años juveniles, porque su maestría, su exquisita sensibilidad, su hondura lírica y su vagaje literario con un crecimiento sostenido a lo largo de toda su vida convierten a este poeta en cima de toda nuestra literatura y si no me creen abran un libro suyo y vean. Recomiendo a los jóvenes: No decía palabras, Si el hombre pudiera decir y Te quiero. Para los que son un poquito maduros Veía sentado. Un saludo y la próxima entrada la reservo para uno de los autores más leídos del mundo hispanoparlante, Carlos Ruiz Zafón. El Criticón Lector.
Tú estás allá, cruel como el día,
El día, esa luz que abraza estrechamente un triste muro,
Un muro, ¿no comprendes?,
Un muro frente al cual estoy solo".