Este pequeño relato me parece una alegoría cargada de horror de lo que puede suponer la presión social en una aparentemente feliz comunidad de la América castiza. Es, desde luego, una interpretación personal pero que se muestra acorde con la biografía de la autora de carácter poco dado a las expansiones sociales, con episodios conocidos de agorofobia.
Destaca el sorprendente final que lógicamente no desvelo y supone un clímax en una narración que empieza con un punto tedioso y reiterativo, acorde a la futilidad de los actores presentados. Poco a poco lo que parece un acto rutinario va cambiando de cara. Esta lotería sorprenderá al lector.
Una lotería de carácter tradicional y sacro, presentada a modo de ritual. Un ritual abrumador regalado a un lector que acaba ojiplático y boquiabierto. Encuentro en el relato conexiones con la película The Wicker Man (El hombre de mimbre) de 1973 dirigida por Robin Hardy, que luego tuvo un remake poco afortunado protagonizado por Nicholas Cage. Estas películas están basadas en una novela llamada "Ritual" del escritor David Pinner, la cual no he leído.
Y eso es todo, lean el relato. les llevará poco tiempo. Pero permanecerá mucho en su conciencia, como todas las obras geniales. Un saludo de El Criticón Lector.