viernes, 25 de marzo de 2016

"EL JOROBADITO Y OTROS CUENTOS". ROBERTO ARLT

     Roberto Arlt es considerado por unanimidad de críticos y escritores como una influencia capital en el posterior desarrollo de la literatura argentina. Si sus libros ven la luz en la primera mitad del siglo XX podemos imaginar la relevancia de su escritura dado lo que vino después en la fecunda y fuera de lo común narrativa argentina.

     Los dos primeros cuentos de esta antología son dos auténticas obras maestras del género. Excelentes en su disposición estructural, en el dominio de la técnica narrativa y con un fondo filosófico que, a mi parecer, es potente. Estos dos primeros relatos son "El jorobadito" y "Las fieras". Son más largos que el resto, que pertenecen a su libro de relatos "El criador de gorilas".

      El primero es un prodigio de tensión narrativa y de avance hasta  un clímax que juega con lo cómico, lo trágico y lo filosófico. El argumento del relato es la confesión de un homicida que trata de justificar sus actos (¿les recuerda esto a algo en la literatura argentina?). Este ha estrangulado al jorobado que da nombre al cuento. No digo nada que no aparezca en la presentación del mismo. Su discurso, de carácter persuasivo, se rompe al final de modo abrupto, de forma que desconcierta al lector y que deja al mismo con la sensación de haber sido un juguete en manos del narrador, Un narrador perturbado y, quizá, perverso. El cuento da para disquisiciones metafísicas de interés y aguda perspicacia. El tema de la deformidad, visto aquí de manera contraria a como nos lo ofrecía Víctor Hugo, nos dirige a sus implicaciones sociales. Si en "Nuestra Señora de París", Quasimodo es de alma noble y benevolente, aquí Rigoletto, que así es llamado despectivamente por nuestro narrador, es un alma retorcida y, sobre todo, rencorosa. El beso de la discordia mostrará a nuestros dos personajes en su plenitud al final del libro.

     Por otro lado, "Las fieras" es otra obra prodigiosa, para mi gusto todavia superior a la anterior. El relato cuenta el proceso de encanallamiento, la caída a los infiernos del lumpen, de un narrador que se dirige a un tú, narratario fundamental en la confesión dura, durísima, de este narrador-proxeneta-protagonista. El relato es en sí mismo una maravillosa expresión del proceso cenagoso de la descomposición del alma en los ambientes marginales en donde el juego y  el prostíbulo son los espacios dominantes."Una neblina de carbón flota permanentemente en este socavón de la infrahumanidad" nos dirá este ruin, perdido y ensimismado ser. Este socavón de infrahumanidad, en donde la inercia y el acostumbramiento, salpicados con explosiones de violencia, es donde se encuentra instalado el protagonista. Es el recuerdo de Tacuara lo que impele al narrador a escribir. Un recuerdo doloroso. El narrador describe a sus compañeros de estancia, a toda una manada de hienas, apáticas, capaces de los peores horrores que el narrador se complace en mostrarnos, para así ver la clase de hundimiento en la que se encuentra. Pero no nos engañemos, este participa de la brutalidad de sus compañeros, es solo el recuerdo de su amante, de su puta, el que airea sus fantasmas. Hay una delectación morbosa en la enumeración de concreciones de perdición. La dureza, el sadismo, el lenguaje de germanía, todo con la banda sonora del tango, indefinidamente audible en toda la narración, nos retratan una realidad ajena a esa que representan "las mujeres honradas que pasean del brazo de los hombres honrados". Una realidad separada por una humilde vidriera, pero a años luz, del hundimiento de estos personajes perdidos en su ignominiosa existencia. No puedo resistirme a plasmar una cita.
"De un modo o de otro hemos robado, algunos han llegado al crimen; todos, sin excepción, han destruido la vida de una mujer, y el silencio es el vaso comunicante por el cual nuestra pesadilla de aburrimiento y angustia pasa de alma a alma con roce oscuro. Esta sensación de aniquilamiento torvo, con las muecas inconscientes que acompañan al recuerdo canalla, nos pone en el rostro una máscara de fealdad cínica y dolorosa".
     El resto de relatos, que pertenecen a "El criador de gorilas", son muy diferentes a los tratados tanto en su forma como en su contenido. Son relatos que podríamos llamar del exotismo. Donde el África negra y el África árabe se convierten en el centro que irradia todas las historias. Los relatos son: Accidentado paseo a Moka, Acuérdate de Azerbaijan, Ejercicio de artillería, El cazador de orquídeas, El hombre del turbante verde, Halid Majid, el achicharrado, Historia del Señor Jefries y Nasrim el egipcio, La aventura de Baba en Dinisch esh Sham, La cadena del ancla, La factoría de Farjalla Bill Alí, Los bandidos de Uad Djuari, Los hombres fieras, Odio desde otra vida, Rahutia la bailarina, Ven, mi ama Zobeida quiera hablarte.

     En general, pese al estilo trabajadísimo y culto, mi juicio personal sobre estos es que son de naturaleza claramente inferior a los dos primeros. Ello, no obstante, se pueden encontrar asuntos curiosos y reseñables. Aunque tengo la impresión de que estos cuentos son más un divertimento para el autor que quiso mostrar su visión, de sesgo occidental y condescendiente, del mundo oriental que conoció como corresponsal. Así, en "Accidentado paseo en Moka" vemos el inframundo de los negreros, en un contexto de aventuras de viajes por los senderos ocultos de la selva. En muchos de los relatos vemos historias de castigos como en "Acuérdate de Azerbaijan", "La cadena del ancla" o "Halid Majid, el achicharrado". En todos los cuentos la crueldad abunda,  hay engaños, traiciones, magia negra, venenos y un estilo que nos lleva a ese mundo oriental y exótico al que nos pretende llevar. Para muestra un ejemplo con esta breve descripción: " Espingardas de cañones niquelados y culatas con incrustaciones de nácar adornaban las panoplias de los muros".  Unos relatos en los que la mirada occidental se encuentra de bruces con ese misterio que rodea las historias de Alibabá y los cuarenta ladrones.

      De todos estos cuentos recomiendo "Ejercicio de artillería" en donde se narran y analizan las relaciones hispano-marroquís y se pone la pluma en la llaga del colonialismo con lo que de abusivo tiene, Un cuento que reflexiona sobre la poca importancia de la vida humana dependiendo de la pertenencia a una comunidad u otra. Muy actual, desde luego. También recomiendo "La factoría de Farjalla Bill Alí" donde se habla de la esclavitud en un criadero de gorilas, de la caída a lo más bajo de un blanco entre negros y que destaca  por su tremebundez. También, "Los bandidos de Uad Djuari, que parece que podría haber inspirado a David Fincher para rodar "The Game". Por último, me parece también un buen relato "Los hombres fieras", un relato moderno de transformaciones mentales (y de comportamiento, que es ahí donde está el relato) en donde la fiera que llevamos dentro puede dominarnos.

      Y, por mi parte, eso es todo. Un saludo de El Criticón Lector.